El Matador Cavani habló por primera vez después del gol que erró contra Alianza Lima y que nos dejó afuera de la Libertadores. Dice que lo vio «mil veces» y que es una de esas cosas que pasan en el fútbol, como un penal a lo Palermo o un gol en contra a lo Ruggeri.
Cavani y la mufa copera: «Ese gol errado lo vi mil veces»
En la antesala del partido contra Rosario Central, con la Bombonera seguramente a punto de explotar como una olla a presión de Don Julio Grondona, Edinson Cavani habló por primera vez del fatídico gol errado contra Alianza Lima que dejó a Boca afuera de la Copa Libertadores. El uruguayo, con la sinceridad de un Bermúdez en sus épocas de jugador, confesó que la jugada «la vio mil veces», como si fuera el gol de Maradona a los ingleses pero al revés.
«La vio mil veces», repitió Cavani, casi con la misma insistencia que un relator gritando un gol de último minuto. Pero, con la resignación de un técnico que acaba de perder un clásico, agregó: «esas fatalidades pasan». ¿Fatalidades?, se preguntarán algunos. Claro, como cuando a Palermo se le ocurrió patear tres penales en un mismo partido o cuando Ruggeri se hizo un autogol olímpico. Son cosas del fútbol, dirían los que saben, esos que vieron más partidos que el Bambino Veira.
Cavani, la autocrítica y el fantasma del Bambino
Más allá de la autocrítica, Cavani remarcó que la responsabilidad de la eliminación es del grupo, como si fuera un equipo de truco donde todos perdieron la partida. El delantero dejó en claro que ese gol malogrado «le quedará en la retina», como el recuerdo de un asado que se quemó o de una final perdida en el último minuto. Queda la duda: ¿Podrá Cavani sacarse la mufa de encima o seguirá el fantasma del Bambino Veira rondando por la Bombonera?
El futuro xeneize: ¿Se viene el campeonato o más frustraciones?
Ahora, con la Libertadores en el pasado como un ex amor que no vuelve, Boca se enfoca en el torneo local. ¿Será este el año para gritar campeón o tendremos que conformarnos con ver a Riquelme haciendo jueguitos en el palco? El tiempo, y los goles (o la falta de ellos), lo dirán.
