La Conmebol le respondió a la CBF sobre su queja por el racismo en los estadios, recordándoles que ellos mismos se opusieron a aumentar las sanciones. Domínguez pidió disculpas por su comentario «Tarzán sin Chita», que generó polémica en Brasil.
Se picó la interna entre Conmebol y CBF por el racismo
La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) salió al cruce de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) tras un comunicado que esta última envió luego de los gestos racistas sufridos por el jugador Luighi de Palmeiras en un partido de la Copa Libertadores Sub 20 contra Cerro Porteño. La CBF, en su comunicado, se apoyó en artículos del Estatuto de la FIFA y su Código Disciplinario que prohíben la discriminación y exigen sanciones acordes a la gravedad de los hechos. «La FIFA necesita dar ejemplo y aplicar sanciones proporcionales a la gravedad de lo ocurrido», había dicho Ednaldo Rodrigues, presidente de la CBF, con una postura que recuerda a la del «Profe» Córdoba pidiendo justicia divina.
La Conmebol, con un tono que bien podría usar el Bambino Veira explicando una jugada, respondió que sus medidas «están alineadas con los más altos estándares internacionales» y que, irónicamente, la propia CBF se había opuesto previamente al aumento de las sanciones por racismo. En un contraataque digno del Barcelona de Guardiola, la Conmebol recordó que «fue la propia CBF la que, en su momento, expresó su oposición al aumento de los valores de las sanciones establecidas». Además, sobre la supuesta falta de autenticidad en la firma del documento presentado por la CBF, la Conmebol deslizó, con la sutileza de un cabezazo de Palermo, que «si se desconoce su autenticidad, entendemos que se habrán iniciado las medidas legales pertinentes ante las autoridades nacionales competentes».
Domínguez y el «Chitagate»: un comentario que hizo ruido en Brasil
En medio de este ida y vuelta, la polémica generada por las declaraciones de Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, durante el sorteo de la Libertadores, sigue dando que hablar. Recordemos que Domínguez, al ser consultado sobre la posibilidad de que los equipos brasileños abandonen la Conmebol, respondió con una frase que encendió la mecha en Brasil: «¿Una Libertadores sin equipos brasileños? Eso sería como Tarzán sin Chita. Imposible».
La analogía, que a muchos les recordó al estilo metafórico de Eber Ludueña, fue interpretada como racista por algunos sectores en Brasil, donde la noticia, según UOL Esporte, «cayó como una bomba». Incluso, algunos dirigentes «dudaron de su veracidad» y «pensaron que podía haber sido generado con inteligencia artificial teniendo en cuenta la gravedad de su contenido». Ante el revuelo, Domínguez, emulando a un Messi post partido complicado, pidió disculpas a través de redes sociales, aclarando que «jamás tuvo la intención de menospreciar ni descalificar a nadie» y que la expresión utilizada es «una frase popular».
¿Se va Palmeiras a la Concacaf? La amenaza latente
En este contexto, la presidenta de Palmeiras, Leila Pereira, había amenazado con que los equipos brasileños se muden a la Concacaf debido a los recurrentes casos de racismo en torneos sudamericanos. Una movida que, de concretarse, sería más inesperada que la llegada de Mostaza Merlo al Real Madrid. La tensión entre la Conmebol y la CBF continúa, y el tema del racismo en el fútbol sudamericano sigue siendo un partido que se juega con mucha pierna fuerte.
Bruno Guimaraes criticó a Domínguez tras sus polémicas declaraciones
