El Chacho Coudet, DT del Alavés, le regaló un chocolate a un periodista que lo venía criticando, tras el triunfo agónico ante el Villarreal. El gesto, entre risas y tensión, dejó en claro que el técnico argentino no le escapa al humor ni a las preguntas picantes.
Coudet, chocolate mediante, desarma la crítica con una sonrisa
El Chacho Coudet, técnico del Deportivo Alavés, demostró una vez más que sabe gambetear la presión, pero esta vez no en la cancha, sino en la sala de prensa. Tras un triunfo vital ante el Villarreal por 1-0, que aleja al Alavés del descenso, Coudet protagonizó un insólito cruce con un periodista que, al parecer, lo tenía entre ceja y ceja.
La victoria, con un gol agónico de Manu Sánchez que hizo estallar al Mendizorroza –como si fuera un gol de Palermo en el último minuto a los bosteros–, le dio un respiro al equipo y desató la faceta más carismática del entrenador rosarino.
En la conferencia de prensa post partido, Coudet, lejos de enojarse con las preguntas incisivas del periodista, decidió sorprenderlo con un gesto digno de un crack: le regaló un chocolate. “Qué bueno que tenemos cosas positivas para decir. Ya el otro día no viniste y a lo mejor pensás que yo me quiero pelear con vos o vos te querés pelear conmigo”, le dijo el Chacho con una sonrisa que denotaba más picardía que ironía.
El periodista, visiblemente incómodo, intentó gambetear la situación: “Si quiere comentarme esto, lo hacemos luego, porque están los compañeros aquí”. Pero el Chacho, con la misma insistencia que le pide a sus jugadores para presionar arriba, redobló la apuesta: “Dejáme que te mencione esto, porque yo no me quiero pelear con vos. Y te traje un chocolate. Después te lo doy”. La escena desató la risa de los presentes, dejando en claro que Coudet, además de ser un estratega del fútbol, también lo es de las relaciones públicas. Casi como cuando Bilardo le regalaba un cactus a un árbitro antes del partido.
El Chacho, entre el chocolate y la permanencia
El insólito cruce que tuvo Coudet con un periodista
El periodista, aunque aceptó el chocolate –¿quién le dice que no a un chocolate?–, aclaró que no aflojará con sus preguntas: “No hace ninguna falta, pero yo seguiré haciendo mi trabajo”. A lo que Coudet, con la tranquilidad de quien sabe que tiene el respaldo de un triunfo clave, respondió: “A mí me gusta, porque es parte de hablar de fútbol y no pasa nada”.
Ahora, con la moral en alto y el sabor a chocolate en el paladar, el Alavés de Coudet deberá enfrentar a Las Palmas en un duelo clave por la permanencia. ¿Será este el comienzo de la remontada definitiva o solo un dulce recreo en medio de la tormenta? Habrá que esperar al viernes para saberlo. Lo que es seguro es que el Chacho, con su estilo particular, seguirá dando de qué hablar dentro y fuera de la cancha.