Touba Niang, senegalés de 23 años, la rompe en el boxeo argentino con un invicto de cuatro peleas. Mientras sueña con ser campeón, el pibe se las rebusca laburando en la peatonal de Quilmes.
De Senegal a Quilmes, con los guantes bien puestos
Una de las figuritas difíciles del boxeo vernáculo es, sin dudas, Touba Niang. Este senegalés de 23 pirulos viene deslumbrando con su pegada y su carisma, dejando a varios rivales pagando. Con cuatro victorias al hilo, tres de ellas por la vía rápida, el "Bamba Negra", como le dicen, se perfila como una promesa del ring. Pero su historia, como la de muchos, tiene más vueltas que un córner.
Un viaje a lo Riquelme, de potrero en potrero
Niang, que viene de una familia que haría temblar a cualquier DT por la cantidad de jugadores (¡33 hermanos!), llegó a la Argentina en 2015 después de una travesía digna de una película de Hollywood, pero sin efectos especiales. " Vi chicos que la pasaron muy mal, muy mal de verdad. Mirá que acá hay pobreza, pero la pobreza de allá es otra cosa ", confesó en una charla con TyC Sports. El pibe, con más hambre que Caniggia en un asado, se la jugó para buscar un futuro mejor y se mandó para Argentina con la ayuda de unos "coyotes", como si fuera un pase filtrado a espaldas de la defensa.
Arribó a Quilmes y, ni lerdo ni perezoso, empezó a ganarse el mango como vendedor ambulante. Arrancó vendiendo lentes en la peatonal, sin saber ni decir "Buen día". " Me prestaron 1000 pesos, me llevaron a Once, me compraron lentes y con eso empecé", recordó. Hoy, con el español más afilado que un gancho al hígado, sigue laburando en la calle, pero ahora vende ropa. Un ejemplo de que la constancia es más efectiva que un cross de derecha.
El ring, su segunda casa (después de la peatonal)
Si bien el boxeo siempre fue su pasión, en Senegal le era más fácil encontrar un león que un ring. Recién en 2021, ya instalado en Quilmes, pudo empezar a entrenar en serio. " Mi sueño es ser alguien en el boxeo y poder ayudar a la gente", tiró Niang, con la misma convicción que cuando sube al cuadrilátero. Fanático de Gervonta Davis y Teófimo López, este bostero de ley (sueña con pisar la Bombonera, obvio) divide su día entre el entrenamiento, el laburo en la peatonal y el sueño de ser campeón.
El triunfo de Touba Niang ante Ottaviano
Con la celeste y blanca en el horizonte
Con el DNI permanente en el bolsillo, Touba no descarta nacionalizarse argentino. " Me encantaría tenerla. Nací allá, pero hoy, esté en donde esté, representaré a los dos países, las dos banderas", aseguró. Y ya con la ciudadanía en la mira, el pibe va por todo: " Sueño ser campeón argentino y latino, antes de buscar algo afuera. Obvio, es un sueño". Habrá que ver si el destino le tiene preparado un nocaut a la vida. Por lo pronto, Touba Niang ya se ganó el aplauso del público.
