Defensa y Justicia y Vitória empataron sin goles en Florencio Varela por la Copa Sudamericana. El Halcón tuvo algunas chances pero no pudo romper el cero. Larralde casi la mete pero Arcanjo se lució con una atajada digna de Goycochea en el ’86.
Defensa y Justicia y Vitória se sacaron chispas pero no hubo goles
En una noche florenciovareliana más fría que el banco de suplentes de Temperley en invierno, Defensa y Justicia y Vitória igualaron 0 a 0 en un partido que tuvo más fricción que fútbol champagne. El Halcón, con la obligación de ganar después del traspié en el debut, salió con todo pero se encontró con un equipo brasileño bien parado atrás, que le cerró todos los caminos como si fuera el Cholo Simeone dirigiendo un picado en el barrio.
Un primer tiempo para el olvido… o para repasar en cámara lenta
El primer tiempo fue más lento que tortuga con wifi malo. Ambos equipos se estudiaron más que un profesor de anatomía a un esqueleto. Defensa tuvo alguna que otra aproximación, pero sin demasiada claridad, como si jugaran con la pelota cuadrada. La más clara la tuvo Valentín Larralde, que sacó un remate que obligó a Arcanjo a volar como si fuera Superman para evitar la caída de su arco. El resto del tiempo fue un festival de pases intrascendentes y faltas que cortaban el ritmo del partido más que Rial un programa de chimentos.
El remate de Larralde que atajó Arcanjo en Defensa y Justicia vs. Vitória
El segundo tiempo: más de lo mismo pero con menos ganas
El complemento fue un calco del primero, con la diferencia de que el cansancio empezó a pesar más que mochila llena de ladrillos. Defensa intentó pero sin la convicción del arranque, como si se hubieran olvidado de cómo se hacía un gol. Vitória, por su parte, se dedicó a defender y a apostar a alguna contra que nunca llegó, un planteo más conservador que el de Bilardo en el Mundial ’86.
En definitiva, un empate que le sirve de poco a ambos. Defensa deberá mejorar mucho si quiere aspirar a clasificar, mientras que Vitória se lleva un punto de visitante que puede ser valioso en el futuro. Lo que queda claro es que este partido no lo va a recordar ni el loro del vecino.