¿Penal o no penal? Atlético Tucumán festejó en Villa Soldati y la polémica se instaló

La tarde en Villa Soldati se encendió con un partido que tuvo más condimentos que un asado de domingo. Atlético Tucumán, con la garra que lo caracteriza, se llevó tres puntos vitales en su visita a Riestra, pero la victoria dejó un regusto amargo para algunos, y dulce para otros, como el gol de chilena de Adrián «Rocky» Balboa en el entrenamiento que recorrió el mundo. ¿El motivo? Un penal que, según los hinchas del Malevo, fue más inventado que el «Pato» Fillol cantando.

El encuentro, que prometía ser un duelo táctico de ajedrez, terminó siendo una partida de truco donde las cartas sobre la mesa no siempre eran las que parecían. Riestra, fiel a su estilo combativo, propuso un juego físico y aguerrido, mientras que Atlético Tucumán intentó imponer su juego asociado y vertical.

Pero claro, como en todo buen partido argentino, la polémica no podía faltar. Cuando el reloj apremiaba y el marcador seguía en cero, el árbitro sancionó un penal a favor del Decano que desató la furia de los jugadores y el banco de Riestra. ¿Existió la falta? Las repeticiones dejaron más dudas que certezas, y las redes sociales se incendiaron con opiniones divididas. Algunos, con la camiseta puesta, gritaban «¡Penalazo!», mientras que otros, más imparciales, cuestionaban la decisión arbitral.

La palabra del protagonista: «Fue penal clarísimo»

Para calentar aún más el debate, el delantero de Atlético Tucumán, Leandro Díaz, no dudó en afirmar tras el partido: «Fue penal clarísimo. Sentí el contacto y no dudé en tirarme». Declaraciones que, como era de esperarse, no hicieron más que echar leña al fuego.

Ahora bien, más allá de la polémica, hay que reconocer que Atlético Tucumán supo aprovechar la oportunidad y se llevó una victoria importantísima en su lucha por escalar posiciones en la tabla. Los dirigidos por Facundo Sava demostraron carácter y personalidad para sobreponerse a un ambiente hostil y sumar tres puntos que valen oro.

¿Y ahora qué? El futuro inmediato de ambos equipos

Riestra, por su parte, deberá lamerse las heridas y tratar de dejar atrás la bronca por el penal. El equipo de Cristian Fabbiani tendrá que enfocarse en corregir los errores y volver a sumar de a tres en su próximo compromiso.

En definitiva, el partido entre Riestra y Atlético Tucumán dejó más preguntas que respuestas, y la polémica arbitral promete seguir dando que hablar en los próximos días. Lo que sí está claro es que el fútbol argentino, con sus pasiones y sus controversias, sigue siendo un espectáculo que no deja indiferente a nadie, ni siquiera al mismísimo Diego (desde el cielo).