Armani, el héroe inesperado de River: ¿un problema millonario?

Arrancamos con una declaración que pinta de cuerpo entero al Pulpo: «Siempre trato de mejorar, de esforzarme día a día porque el club te obliga a estar de la mejor manera. Trato de aprovechar todo. Hago de todo en el entrenamiento», decía Franco Armani en una entrevista con durante la pretemporada. Palabra de campeón, de tipo que no se relaja.

Y ahí nomás, Marcelo Gallardo, que de esto sabe un rato largo, lo ponía en contexto: «Franco sigue teniendo esa ambición de seguir estando presente y consolidándose a diario como te lo exige la historia de este club, porque no te podés relajar y él es un chico que no se relaja». El Muñeco lo conoce bien, sabe que Armani es garantía.

Armani, el seguro de River

Más allá de la diferencia de edad, ambas frases se complementan y explican por qué Armani, como esos vinos añejos que mejoran con el tiempo, sigue siendo EL protagonista de River a sus 38 años. Un arquero que ataja con la misma naturalidad con que uno se sirve un mate, y que es la principal razón por la que el equipo pelea arriba: ¡cinco partidos con la valla invicta en seis fechas! ¡Cinco! Cualquiera diría que con semejante inversión en el equipo, los goles deberían estar garantizados, pero…

Ahora bien, acá es donde la cosa se pone interesante, porque, como diría el gran Eber Ludueña, «no todo lo que brilla es River». Que el héroe sea el arquero, en un equipo que gastó más de 40 palos verdes en refuerzos, habla a las claras de que el equipo todavía no encuentra el juego que todos esperamos. Y ojo, que podrían sumar otros 9 millones en Kevin Castaño. ¡Plata hay!

En el mundo ideal de Gallardo, los que deberían estar en los flashes son los volantes ofensivos o los delanteros. Pero la realidad es otra: la falta de claridad en el juego, las pocas chances de gol (salvo el segundo tiempo contra Independiente) contrastan con la posesión de pelota, y terminan abriendo huecos para que los rivales encaren al Pulpo. Contra Lanús, sin ir más lejos, Armani se mandó un atajadón de otro partido y después tuvo dos tapadas espectaculares. ¡Un fenómeno! Recordemos que este hombre es el #1 más ganador del futbol argentino y cuarto en la historia de este deporte, ¡ahí nomás de los capos!

¿Un equipo que depende demasiado de Armani?

Pero ojo, que este problema viene desde el año pasado. En un River que por momentos parecía un Diesel, sin esa «fiereza» que reclamaba el Muñeco hace poco, Armani batió su propio récord de atajadas en dos partidos seguidos: nueve contra Independiente Rivadavia y diez contra Estudiantes, ¡una locura!

Hoy, Armani es el tercer arquero con más atajadas en el torneo (20), solo superado por Beto Bologna y Marcos Ledesma. Una muestra más de su vigencia y de cómo River, gracias a él, puede disimular las falencias en el juego con resultados positivos. Pero, a la larga, ¿no será este un «Armani de doble filo»?