El Independiente, con la mística a tope tras el triunfo agónico contra Boston River, viaja a Paraguay para enfrentar a Guaraní por la Copa Sudamericana con el Bocha Bochini como cábala de lujo. ¿Será suficiente para traerse los tres puntos?
El Rey de Copas se juega una parada brava en Asunción. Después de un triunfo con sabor a hazaña contra Boston River, que el mismo Vaccari definió como "pura mística" – frase que, seamos sinceros, sonó un poco a verso de Bilardo en ayunas –, el Rojo armó las valijas y partió rumbo a Paraguay para medirse con Guaraní por la Sudamericana. Y como si fuera poco, la dirigencia roja, con una jugada digna del mejor truco, se mandó un golazo de media cancha: invitó a Ricardo Enrique Bochini a viajar con el plantel. Sí, al Bocha, al 10 de los 10, al que gambeteaba hasta las sombras. ¿Mufa? ¿Cábala? Ya veremos, pero de que la movida es marketinera, no hay dudas.
El Bocha en modo avión (literal)
Bochini llegó al Aeroparque como si fuera a jugar un clásico, con la pilcha impecable y la sonrisa de siempre. Saludó uno por uno a los jugadores, pero el momento cumbre fue el encuentro con Luciano Cabral, el actual 10 del Rojo. Un cruce generacional, un pase de antorcha imaginario, un abrazo entre la historia y el presente, inmortalizado en una foto que ya recorre las redes como un reguero de pólvora. ¿Será Cabral el heredero de la magia bochinesca? Ojalá, porque este Independiente necesita un toque de fantasía como el Diego le hacía un nudo al pañuelo.
Guaraní: parada difícil, pero no imposible
El partido contra Guaraní es clave, muchachos. Después del traspié en la altura de Potosí, el Rojo está obligado a ganar para no quedar rezagado en el Grupo A. Y como Guaraní es el puntero, una victoria sería un batacazo a lo Palermo en Madrid: épico e inolvidable. Vaccari tiene el equipo descansado – gracias a la suspensión del partido contra Atlético Tucumán – y podrá poner toda la carne al asador. Aunque la duda persiste: ¿Loyola de lateral o Vera con el chileno de volante? Un dilema que ni el mismo Pitágoras podría resolver.
Un partido para alquilar balcones
Con la mística recargada por la presencia del Bocha y la obligación de ganar para seguir con vida en la Copa, este Independiente-Guaraní promete ser un partidazo, de esos que te dejan la garganta seca y el corazón a mil. Se viene un duelo a pura garra, a puro huevo, como decía Mostaza Merlo. ¿Se imaginan al Bocha en la tribuna, sufriendo como un hincha más? Sería un cuadro digno de enmarcar.
El 11 del Rojo para dar el batacazo
Rodrigo Rey; Felipe Loyola, Kevin Lomónaco, Sebastián Valdéz, Álvaro Angulo; Pablo Galdames o Federico Vera, Iván Marcone, Luciano Cabral; Diego Tarzia, Gabriel Ávalos, Lautaro Millán. Este sería el equipo que pararía Vaccari. ¿Les gusta? ¿Le cambiarían algo? Déjennos su comentario, que la tribuna virtual está que arde.