Kevin Castaño jugó su último partido en Rusia y está listo para sumarse a River. El Millonario desembolsará cerca de 9 millones de dólares por el colombiano. Castaño presionó para salir del Krasnodar y ve a River como un trampolín para la Selección Colombia.
Castaño jugó su último partido en Rusia y se prepara para cruzar el charco
Mientras el Muñeco Gallardo se come la cabeza pensando cómo armar el mediocampo sin Enzo Pérez, que está suspendido, a miles de kilómetros, en la fría Rusia, Kevin Castaño se despidió del Krasnodar. Ya está todo cocinado entre los clubes y, si no hay ningún imprevisto digno de la selección argentina en el Mundial ’78, este fin de semana el colombiano se sube al avión para ponerse la Banda.
Después de ver el partido inaugural de la Liga Premier desde el banco, como quien mira a Francescoli patear tiros libres en la práctica, el técnico Artur Olenin lo mandó a la cancha en el segundo tiempo contra el FC Pari Nizhni Novgorod. El partido terminó 3-0, un trámite para el Krasnodar, donde Castaño tocó 16 veces la pelota y tuvo una precisión del 55% en los pases. Fue la última prueba antes del largo viaje a Buenos Aires, una especie de pretemporada a la inversa.
River puso la plata sobre la mesa: 9 millones de dólares por Castaño
River no se anduvo con chiquitas. Después de varias ofertas que no convencieron al Krasnodar, los dirigentes del Millonario pusieron lo que pedían los rusos: cerca de 9 palos verdes por la mayor parte del pase. Parece que hasta Cruz Azul de México tiene un pedacito del jugador, como si fuera una pizza. Pero bueno, en Núñez hicieron el esfuerzo, como el Beto Alonso gambeteando en el barro.
Y para que no haya ninguna avivada, desde River fueron claritos: no se paga un peso hasta que el jugador pise suelo argentino, se haga la revisión médica y firme el contrato. Ya está todo arreglado de palabra, un contrato por cuatro años, y en Núñez lo esperan con los brazos abiertos para que le dé una mano a Enzo Pérez en el medio. El capitán ya no puede solo, necesita un socio como el Burrito Ortega en sus mejores épocas.
Castaño, con la cabeza puesta en River y la Selección Colombia
Castaño ya estaba mentalizado en River. Le daba like a todos los hinchas en redes sociales, recibía mensajes como si fuera el día de su cumpleaños y hasta se lo veía entrenando con más ganas que el Cholo Simeone en un clásico. Esa presión que metió el colombiano fue clave para que los rusos aflojaran y aceptaran la oferta de River. Un crack.
El Muñeco Gallardo es un imán para los jugadores, y Castaño no es la excepción. Pero además, el colombiano ve a River como una vidriera para la Selección. Quiere jugar con los cafeteros, ser un referente como James Rodríguez, y cree que en el Monumental puede dar el salto. Con 16 partidos en la selección mayor, Castaño es una de las apuestas de Néstor Lorenzo para el recambio generacional. ¿Será el nuevo ídolo de la Banda? Solo el tiempo lo dirá.