Central empató sin goles contra Platense en Vicente López y perdió la punta del campeonato. El Canalla no pudo contra el Calamar, que lo superó en el juego y lo dejó con las manos vacías. Una actuación para el olvido que deja a los rosarinos masticando bronca.
Central se pinchó en Vicente López: Empate sin goles y adiós a la punta
La victoria del Rojo contra San Martín de San Juan había puesto la presión en Rosario Central. El Canalla viajó a la cancha de Platense con la obligación de ganar para recuperar la cima de la Zona A. Pero se ve que el equipo se olvidó los botines en Rosario, porque jugó un partido flojísimo y terminó empatando 0 a 0 contra un Calamar que, la verdad, se lo mereció.
Un Canalla irreconocible: ¿Qué pasó con la magia?
Central jugó un primer tiempo para el olvido. Platense le manejó la pelota como quiso, lo tuvo a maltraer y le generó peligro. Los dirigidos por Holan no encontraban la brújula, parecían perdidos en la cancha, como el Chavo del 8 en Acapulco. La única chance clara fue un remate de Picco de afuera del área que Fatura Broun desvió con lo justo. ¿Y el ataque del Canalla? Inexistente. Extrañamos la gambeta endiablada de Campaz, que parece que se quedó en el banco por hacerle un Topo Gigio a Holan.
En el segundo tiempo, Central mejoró un poco, tuvo más la pelota, pero no supo qué hacer con ella. Holan movió el banco, metió cambios, pero nada. El equipo siguió sin ideas, sin profundidad, como un boxeador con los guantes atados. Platense, bien parado en la cancha, con un esquema sólido como la defensa del Boca del 2000, aguantó el resultado y se llevó un punto valioso.
¿Y ahora qué, Canalla?
El empate deja a Central como escolta en la Zona A, perdiendo una oportunidad clave para subirse a la punta. Un tropezón que duele, que deja un sabor amargo en la boca. Habrá que laburar mucho en la semana para recuperar el nivel y volver a ser el equipo que enamoró a todos en las primeras fechas. Platense, por su parte, sigue sumando y se afianza en la zona de clasificación a los Playoffs. Señores, esto es fútbol, a veces se gana y a veces se pierde, pero lo que no se puede perder es la garra y el amor propio. Que lo diga el Bambino Veira.
Platense –