Costas, tras la derrota con San Lorenzo, se quejó por la falta de contundencia de Racing para cerrar los partidos y la seguidilla de lesionados que complican el panorama. La Academia está fuera de los ocho primeros y el DT pide confianza a la hinchada.
Racing, ¿Un equipo con mentalidad de potrero?
El Gusa Costas, que venía de festejar la Recopa como si hubiera ganado el Mundial ’78, se comió un garrón del tamaño del Obelisco tras la derrota con San Lorenzo. Y claro, no es para menos: el penal no cobrado que fue más claro que el agua del Dique San Roque y una nueva caída en el Apertura dejaron al DT con la sangre en el ojo.
Costas: «A veces somos boludos para cerrar los partidos»
El técnico, con la sinceridad brutal que lo caracteriza, no se guardó nada: “A veces somos boludos para cerrar los partidos”. Frase que retumbó en Avellaneda como un bombazo de Mostaza Merlo en sus épocas de gloria. Y sí, Gusa, tenés razón. Parece que a Racing le cuesta más cerrar un partido que a Ruggeri controlar sus impulsos en un programa de televisión. “Nos cuesta cerrar estos partidos. Con Tigre nos pasó lo mismo», recordó, con una mueca de disgusto que denotaba una impotencia digna del Beto Alonso pateando un penal en la final del ’86. Para colmo, tiró una frase que dejó pensando a más de uno: «Todavía no ganamos un partido jugando mal». Parece que el equipo necesita un manual de Berlusconi para aprender a ganar como sea.
Y para colmo de males, la Academia jugó sin ocho titulares, más desgarrados que el Bambino Veira después de un partido de paddle. Cambeses, atajando como si fuera el Goycochea del ’90, evitó una goleada de escándalo. Si no fuera por él, hoy estaríamos hablando de un resultado para el olvido, tipo el 7 a 1 con Alemania… pero bueno, mejor no recordar eso.
Racing afuera de los ocho: ¿Se encienden las alarmas?
Con tres derrotas al hilo, Racing está afuera de la zona de clasificación, más perdido que el Tevez del Shanghai Shenhua. Con nueve puntos, la Academia mira de reojo a Defensa y Justicia, que con dos puntos más, cierra la lista de clasificados a octavos. Se vienen Huracán y el clásico con Independiente, dos partidos que pueden definir el futuro del equipo. ¿Será capaz Racing de salir del pozo o terminará dando lástima como la selección de Bielsa en Corea-Japón?
Costas, con la fe intacta del Papa Francisco, pidió confianza a la hinchada: «El objetivo es tratar de clasificar sí o sí…Tengo una calentura bárbara por haber perdido el partido, no me gusta perder nada, y menos los clásicos. Pero les digo a los hinchas que confíen en los chicos, que van a dejar todo».
La enfermería académica: Un plantel en terapia intensiva.
La lista de lesionados es más larga que la cola para comprar entradas para ver a la Scaloneta: Arias, Di Cesare, Vietto (los tres con desgarros grado dos, para variar), Zuculini (sinovitis en la rodilla izquierda), Rojas (entorsis en la rodilla izquierda), Maravilla Martínez (sobrecarga en el gemelo y sóleo de la pierna izquierda), Sosa (esguince en la rodilla derecha) y García Basso. Parece que el preparador físico de Racing se confundió y les dio un entrenamiento de Rocky Balboa en lugar de uno de fútbol.
La buena noticia es que algunos podrían volver para el clásico contra Independiente. Habrá que rezarle a San Expedito para que lleguen en condiciones, porque si no, el panorama es más negro que la camiseta de All Boys.