Newell’s le ganó de visitante a Atlético Tucumán 2 a 1 con un doblete de Mateo Silvetti, la figura del partido. El equipo del Ogro Fabbiani cortó una racha de cuatro derrotas y empieza a mostrar otra cara. Pusineri, DT del Decano, se fue silbado por la hinchada.
La Lepra rugió en Tucumán y el Ogro sonríe
En una cancha que siempre es brava, como lo es el José Fierro, Newell’s se plantó y se llevó tres puntos de oro para Rosario. Victoria 2 a 1 contra Atlético Tucumán, con un doblete del pibe Mateo Silvetti (19 años) que jugó como si fuese el mismísimo Messi en sus inicios. ¿Se acuerdan del Bambino Veira diciendo «este pibe va a ser mejor que yo»? Bueno, quizás con Silvetti no lleguemos a tanto, pero pinta bien la cosa.
El primer gol de Silvetti, un golazo de otro partido, apenas arrancado el encuentro. La Lepra pegó de entrada y dejó al Decano tambaleando. Si bien Atlético llegó al empate, Newell’s, con la garra que le inculcó Fabbiani, volvió a ponerse en ventaja y supo aguantar el resultado.
El Ogro Fabbiani: pragmatismo puro y tres puntos en el bolsillo
Recordemos que el Ogro, cuando asumió, fue clarito: “Creo que el orden gana partidos. No soy el City, así que busco lo básico y no complicar a mi equipo. Van a tener que correr todos». Y se nota que el equipo le está respondiendo. Newell’s fue un equipo sólido, bien parado en defensa (salvo en el gol de Atlético, donde Cuesta tuvo una falla digna del blooper de Martín Palermo errando tres penales en un partido), y efectivo en ataque. No es un Newell’s vistoso, no es un fútbol champagne, pero es efectivo. Y en la situación en la que está la Lepra, lo que importa es sumar.
Esta victoria, la segunda en el campeonato y la primera de visitante, corta una racha de cuatro derrotas consecutivas. Un respiro para Fabbiani y para una hinchada que venía sufriendo. Como dijo alguna vez Mostaza Merlo, «paso a paso, partido a partido».
Pusineri y Atlético Tucumán: silbidos y un futuro incierto
Del otro lado de la moneda, Atlético Tucumán y Pusineri no levantan cabeza. El Decano no encuentra el rumbo y la hinchada ya perdió la paciencia. Los silbidos y el grito de «¡Que se vayan todos, que no quede ni uno solo!» retumbaron en el José Fierro al final del partido. Panorama complicado para el equipo tucumano.
Resumen del Partido
Newell’s Old Boys –
