Gallardo sin maquillaje: ¿brotes verdes o pólvora mojada en River?

Redacción Cuyo News
4 min
Cortito y conciso:

Gallardo, fiel a su estilo, no anduvo con vueltas tras la derrota de River ante Estudiantes. Reconoció la superioridad del Pincha, pero dejó en claro que el Millonario está lejos de su mejor versión. La falta de gol y la pólvora mojada en ataque preocupan al Muñeco, que espera un cambio de rumbo en la Supercopa Internacional ante Talleres.

El Muñeco Gallardo, como el Bambino Veira en sus épocas de gloria, nunca se guarda nada. Después del baile que le pegó Estudiantes en el Monumental, el deté de River no se escondió y, con la sinceridad de un Passarella marcando a Kempes, admitió que el equipo todavía no encuentra el rumbo. Ojo, tampoco tiró a la banda a los jugadores como hacía Bilardo con sus lapiceras. Reconoció que hubo momentos en los que River se pareció a lo que él pretende, pero como un penal de Palermo que pega en el travesaño, la cosa no terminó de concretarse.

Gallardo y un análisis sin anestesia: ¿brote verde o sequía en ataque?

La frase de Gallardo, “me identifiqué más con el equipo”, sonó a elogio en medio de la tormenta, pero también dejó entrever la preocupación por un River que, como un Maradona sin gambeta, carece de la magia que lo caracterizó. Si bien hubo una ráfaga de buen juego antes de la roja a Enzo Pérez –expulsión que, dicho sea de paso, fue más discutida que el gol de Palermo con la mano–, la realidad es que el Millonario estuvo lejos de su nivel. Y claro, como dijo el Cabezón Ruggeri alguna vez, «perder con Estudiantes en casa no es lo mismo que perder con cualquiera».

El planteo del Pincha, a lo Bilardo en el 86, fue efectivo: esperar, golpear y después manejar los tiempos. Y River, con menos ideas que Mostaza Merlo en un programa de cocina, no supo cómo reaccionar.

La Supercopa: ¿un oasis en el desierto o más de lo mismo?

Ahora, con la Supercopa Internacional ante Talleres en la mira, Gallardo se juega una parada brava. Es como una final del mundo para el hincha de River, una chance de levantar cabeza y empezar a construir un año que, hasta ahora, viene más flojo que la defensa de Chacarita en el Nacional B.

La historia dice que los equipos del Muñeco se agrandan en las finales, pero la falta de gol es un problema que preocupa más que un Boca – River sin público visitante. Montiel, lateral derecho, es el jugador más desequilibrante en ataque. ¡Un defensor! Si esto lo viera el Cholo Simeone, armaría un equipo con once laterales.

Delanteros con la pólvora mojada: un problema que urge solucionar

Driussi todavía no carbura, Colidio está más perdido que el Kun Agüero en un partido de ajedrez y Borja, el único que puede inventar un gol de la nada, no encaja del todo en el sistema. Es como tener a Messi jugando de defensor central, un desperdicio de talento. El miércoles, en Asunción, River necesita ganar sí o sí. No solo por el título, sino para demostrar que este equipo tiene lo que hay que tener para pelear por todo. Sino, Gallardo va a terminar como Ramón Díaz en el 98, con un equipazo pero sin títulos. Y eso, en River, es un pecado mortal.

Estudiantes de La Plata 

Resumen de la victoria del Pincha ante River

Gallardo ya piensa en la final ante Talleres. (Marcelo Carroll)
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