El Cacique Medina entró en la historia grande de Talleres tras ganar la Supercopa Internacional. Ricardo Gareca, DT campeón con la T en 1999, felicitó al equipo y al cuerpo técnico por el logro.
## La T la tiene atada: Medina a la altura del Flaco Gareca
«Tomo este partido como una oportunidad única de quedar en la historia». Alexander Medina, el deté de Talleres, no se anduvo con chiquitas antes de la final de la Supercopa Internacional. Sabía que enfrentar a River no era moco de pavo, era la chance de grabar a fuego el nombre de la T en los libros dorados del club. Y vaya si lo logró. Gastón Benavídez, con una frialdad digna de Fillol en sus mejores épocas, clavó el último penal y desató la locura en el pueblo albiazul. Medina cumplió su palabra y se metió en la historia grande de Talleres, codeándose con el mismísimo Ricardo Gareca, el otro técnico campeón con el Matador.
El Tigre, lejos de hacerse el sota, salió a bancar la parada del Cacique. «Siento una alegría inmensa», tiró Gareca ni bien le pusieron un micrófono, en una charla con Súper Deportivo Radio. «Mis felicitaciones a todo Talleres. Mis nietos Benjamín y Felicita son fanáticos del club, así que es una alegría por partida doble», agregó el Flaco, demostrando que la pasión por la T se lleva en la sangre, hasta en la de los nietos. Y no se olvidó de nadie: «mis felicitaciones a todo el cuerpo técnico, jugadores y dirigentes porque le dieron una alegría enorme a toda la provincia de Córdoba». Un grande Gareca, reconociendo a otro grande como Medina.
Y sí, muchachos, el equipo del Cacique hizo historia. Talleres consiguió su segunda estrella y la primera a nivel nacional. Un logro que no se conseguía desde la época del Flaco, allá por el 99, cuando la T se paseaba por América levantando la Copa Conmebol. Por eso las palabras de Gareca tienen un peso extra, un mimo al alma para un equipo que volvió a poner a Córdoba en lo más alto del fútbol argentino.
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El saludo del Tigre no es un saludo cualquiera. Gareca sabe lo que es salir campeón con Talleres, él lo hizo primero. En 1999, la T ganó la Copa Conmebol, un torneo que jugaban los equipos que no clasificaban a la Libertadores ni a la Mercosur (la abuela de la Sudamericana). Talleres entró de prepo, casi de rebote, después de que Gimnasia le hiciera la gambeta a la invitación.
Y a pesar de haber terminado en la mitad de tabla el torneo anterior, el equipo del Flaco se armó de coraje y salió a comerse la cancha. Pasó a Independiente Petrolero por penales, después de un global 4-4 que te dejaba con el Jesús en la boca. En cuartos, otra vez por penales, le tocó bailar a Paraná de Brasil. En semis, Deportes Concepción de Chile mordió el polvo, y en la final, un partidazo de ida y vuelta contra Sportivo Alagoano. Perdieron 4-2 en Brasil, pero en Córdoba, con el Kempes a reventar, metieron un 3-0 que hizo temblar la Docta. Julián Maidana, el héroe de la noche, metió el gol del título sobre la hora y desató la locura. Talleres, el primer equipo indirectamente afiliado a la AFA en ganar un título internacional. ¡Un palazo para el establishment futbolero!
Casi 26 años después, la T vuelve a festejar en grande. El Cacique Medina, con su estilo aguerrido, le dio a Talleres el primer título local de su historia. Y ahora, junto a Gareca, se sienta en la mesa chica de los técnicos campeones en Córdoba. Un club con historia, un presente glorioso, y un futuro que promete.
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River Plate –
