El segundo tiempo entre Newell’s y Boca fue un festival de emociones, con dos tiros en los palos para la Lepra, la lesión de Ander Herrera y un penal errado por Edinson Cavani que podría haber cambiado el rumbo del partido.
Arranque de complemento para alquilar balcones en el Coloso Marcelo Bielsa. Newell’s y Boca salieron con todo en la segunda mitad, y a los pocos minutos ya teníamos material para un resumen de fin de año.
¡Dos veces en el palo! Newell’s acarició el tercero
Gago movió el banco, metió tres cambios de una y se la jugó a todo o nada. Pero el que casi da el golpe fue el local, eh. A los 4 del complemento, centro de Silvetti, Battaglia que se come el amague como si fuera Mostaza Merlo en un asado y la pelota le queda servida a Carlos González. El delantero definió como los dioses, pero el palo le dijo que no. Y como si fuera poco, un minuto después, Maroni se escapó por derecha, dejó pagando a la defensa Xeneize y sacó un zurdazo que otra vez besó el poste. ¡Un arranque electrizante que nos dejó a todos con el Jesús en la boca!
Drama y suspenso: lesión y penal errado
Pero la cosa no quedó ahí, bo. Casi sin respiro, Ander Herrera, que recién había entrado, se lesionó y salió llorando ¡Como si lo hubiera mordido un perro! Una baja sensible para el Xeneize… Y en la jugada siguiente, Cavani fabricó un penal como si fuera Maradona en el 86, pero a la hora de patear, la mandó al palo. ¡Imaginate la cara del Matador! Battaglia tuvo el rebote, pero Navas la sacó como si fuera el Goyco de la final del 90. Señores, esto es fútbol champagne.
¿Qué nos dejó este arranque de segundo tiempo? Emoción, polémica y la certeza de que este partido no apto para cardíacos. Un partido digno de un superclásico, aunque no lo sea. Con este nivel de intensidad, solo nos queda agarrarnos fuerte y esperar el pitazo final. ¿Habrá tiempo para más? La respuesta, solo la tiene el Barba, como diría el Bambino Veira.
