Independiente cerró el mercado de pases con la incorporación de Lucas «Pocho» Román, un delantero de 20 años proveniente del Barcelona, sin costo alguno. El Rojo se queda con el 60% del pase, mientras que el club catalán conserva el 30% y el jugador el 10% restante. El contrato es hasta 2027, con una cláusula de venta obligatoria por encima de los 5 millones de dólares. Román llega como apuesta tras su paso por el Barcelona B y el Cartagena, buscando relanzar su carrera en Avellaneda.
«El mercado todavía no cerró y nosotros no nos retiramos”, avisó Julio Vaccari, y vaya que tenía razón. El entrenador de Independiente, tras las victorias ante Sarmiento y Talleres, no se guardó nada y la dirigencia le hizo caso. A horas del cierre del libro de pases, el Rojo abrochó la llegada de Lucas Román, un extremo derecho de 20 años (en días cumple 21) que llega desde el Barcelona, sin que el club tenga que poner un mango. ¡Sí, leyó bien! A costo cero.
El «Pocho», como le dicen, viene desde el Cartagena (a préstamo), pero su ficha es del Barcelona. Independiente se quedará con el 60% de su pase y los derechos federativos, con el Barcelona reteniendo un 30% y el 10% restante para el jugador. El vínculo con el club de Avellaneda será hasta diciembre de 2027, con una cláusula de venta obligatoria si llega una oferta de 5 palos verdes o más. Una operación que, para ser sinceros, huele a esas gambetas de Garrincha: rara, pero que puede terminar en golazo.

Román irrumpió en Ferro, donde jugó 27 partidos y metió 3 goles. En enero de 2023, el Barcelona lo compró por 1.200.000 euros. En el Barcelona B, el Pocho jugó 31 partidos, incluso 3 de Copa del Rey, y marcó otros 3 goles. A mediados del año pasado, fue cedido al Cartagena, donde participó en 19 juegos y anotó 2. Y por si fuera poco, llegó a jugar un partido con la selección Sub 20 de Italia, ya que tiene doble ciudadanía. ¡Un trotamundos con apenas 20 años!
¿Por qué Independiente no puso un peso?
El Barcelona decidió cederlo sin pedir nada a cambio porque el jugador no tenía espacio en el equipo. Su rendimiento en el Cartagena no fue el esperado, y sinceramente, sus chances de jugar en el primer equipo culé eran prácticamente nulas. Román llega como una apuesta, una especie de «vale la pena intentarlo» que no le cuesta nada al Rojo. Si le va bien, la dirigencia habrá pillado un buen negocio, y el Barcelona, con ese 30%, podría recuperar algo de lo invertido en 2023. Una jugada muy al estilo de ese gol de Maradona a los ingleses: arriesgada, pero que puede terminar en gloria.
La operación, según comentan en los pasillos del club, fue gestionada por un grupo directivo que no se duerme en los laureles. Parece que aprendieron la lección de mercados anteriores, donde los refuerzos brillaron por su ausencia o por su bajo rendimiento. Ahora, el desafío para Vaccari será darle ritmo de juego a este “pibe” que viene con ganas de mostrar lo que tiene.