Rodrigo Rey, arquero y capitán de Independiente, habló tras la goleada 4-0 al Tomba, destacando la identidad de juego del Rojo y la búsqueda de un estilo basado en la posesión. Además, se emocionó con la inauguración de un palco sensorial en el Libertadores de América para personas con TEA, en la que participó su hijo Benicio junto a Pepé Santoro.
Rey: «No le sobramos a nadie, pero la idea está clara»
El Rojo metió un baile bárbaro, un 4 a 0 contundente contra Godoy Cruz que dejó a más de uno con la boca abierta. Y claro, después del partido, el capitán Rodrigo Rey salió a hablar, como el caudillo que es. "Nosotros nunca sobramos a nadie”, tiró, bajándole el precio a la euforia, bien a lo Bilardo. Pero ojo, porque también dejó en claro que el equipo está para cosas grandes. El partido en el complemento pareció un entrenamiento, cuidando las piernas para el debut en la Sudamericana contra Nacional Potosí. "Al tener el resultado a favor ya no teníamos la obligación de ser tan directos y nos dedicamos a hacer circular la pelota con toque corto”, explicó el 1.
El sueño del tiki tiki Rojo
Rey, con la sinceridad de un tipo que sabe lo que es transpirar la camiseta, habló del crecimiento del equipo. “Lo ideal es jugar siempre así, dominando y haciendo goles. Pero los rivales te estudian, te marcan… esto no siempre sale”. ¿La idea? Tener una identidad, como el Barcelona de Guardiola bah, pero a la criolla. “Buscamos la circulación de pelota con precisión y velocidad”, sentenció el capitán. ¿Será que el Rojo se convierte en el nuevo Dream Team? Habrá que ver, pero la ilusión está intacta.
Un palco sensorial que emociona
Más allá del baile futbolístico, en el Libertadores de América se vivió un momento único. Inauguraron un palco sensorial para personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA), en el marco de la Semana Azul. Y acá, la emoción se hizo presente en serio. Rodrigo Rey, su hijo Benicio (quien tiene TEA) y el ídolo eterno, Pepé Santoro, protagonizaron una salida al campo de juego que hizo lagrimear hasta al más duro. Benicio, con una sonrisa de oreja a oreja, le metió un penal a Pepé ante la ovación del estadio. Un golazo al corazón.
En el entretiempo, con el estadio a oscuras, solo se iluminó el palco sensorial donde estaba Benicio con su familia. Un gesto que pinta de cuerpo entero la grandeza de Independiente. El palco, por si no quedó claro, está disponible para todos los socios del Rojo con TEA. Un ejemplo a seguir, sin dudas.
"Al tener el resultado a favor ya no teníamos la obligación de ser tan directos y nos dedicamos a hacer circular la pelota con toque corto”
"Lo ideal es poder jugar siempre de esta forma, siendo superior al rival y haciendo muchos goles. Pero los adversarios te estudian, te miran, te tapan los caminos. Y esto no se va a dar siempre así. La búsqueda está clara y es tratar de tener una identidad que se base en la circulación de la pelota con precisión y velocidad”.
"Nosotros nunca sobramos a nadie”
