El amistoso solidario entre Independiente y Colegiales terminó antes de tiempo debido a una invasión de cancha por parte de niños y, posteriormente, sus padres. El Rojo ganaba 3-1 con goles de Salle, Giménez y Tarzia. El evento, que recolectó donaciones para los damnificados por las inundaciones en Bahía Blanca, se desarrolló en un clima ameno.
Actualizado al 21/03/2025 14:24hs.
Invasión de pibes en Avellaneda: El Rojo goleaba y el partido se suspendió
El Libertadores de América, la casa del Rey de Copas, fue testigo de un partido a beneficio que terminó de una manera, digamos, inusual. Independiente le estaba dando una paliza futbolística a Colegiales, 3 a 1 con goles de Santiago Salle, Matías Giménez (¿el próximo Bochini?) y Diego Tarzia, cuando promediando el segundo tiempo, una marea de pibes copó la cancha. Parecía la salida de un recital de Los Palmeras, pero con más camisetas rojas.
La platea Erico baja, sin alambrado que los contuviera, se convirtió en la puerta de entrada a un sueño para los más chicos: pisar el mismo césped que sus ídolos. Y claro, con un partido que ya estaba liquidado y un ambiente más relajado que asado de domingo, la seguridad brilló por su ausencia… o mejor dicho, había menos seguridad que laterales en la selección de Scaloni en el primer tiempo contra Países Bajos.
¿Descontrol o fiesta solidaria? Lomónaco y compañía se sumaron al abrazo
Lejos de armarse el quilombo, la situación se transformó en una fiesta. Kevin Lomónaco, Ignacio Maestro Puch y hasta el arquero Blázquez, que seguro se acordó de alguna que otra atajada milagrosa en el potrero, se prendieron a la movida. Abrazos, charlas y buena onda, como si fuera un picado con amigos en el barrio. Al final, con los padres también metiéndose en la cancha (algunos seguro soñando con gambetear a algún rival como hacía el Beto Alonso), el partido se terminó antes de tiempo. ¿Escándalo? No, para nada. Una muestra de cariño y un final acorde a un evento solidario, organizado para ayudar a los afectados por las inundaciones en Bahía Blanca.
«Iban 37 minutos de la segunda etapa cuando un grupo de niños comenzó a invadir el campo de juego…», relata la crónica oficial. ¿37 minutos? Bah, para ese entonces el partido era un trámite, como jugar contra San Marino. Lo importante era la causa, y la gente respondió. Donaron alimentos, agua, ropa y artículos de limpieza. Un golazo de solidaridad que opacó cualquier resultado deportivo.
Video: Club Atlético Independiente.
El arquero Blázquez saluda a los niños. (Imagen de TV)
