Maravilla Martínez, con un edema óseo en la rodilla, le pidió a Costas jugar el clásico contra Independiente. El cuerpo médico lo ve afuera, pero el goleador y el DT podrían arriesgar. Vietto, otro que está entre algodones.
Racing, un equipo que está más roto que el tobillo de Battaglia después de una patada de Orion, se prepara para el clásico de Avellaneda con más lesionados que titulares. Y como si fuera poco, la máxima figura, Adrián «Maravilla» Martínez, anda con una rodilla que suena más que la rodilla de Palermo en el 2001.
¿Juega Maravilla o no juega? Esa es la cuestión
Parece que el goleador, haciendo gala de una garra charrúa digna de Enzo Francescoli en sus mejores épocas, le habría dicho a Costas: «Profe, quiero jugar como sea». «No sé a quién voy a poder recuperar para el partido del domingo. ¿Maravilla? Es capaz de jugar como hizo Roger (Martínez) si fuera por él”, recordó el DT. Una especie de «a lo Roger Martínez» contra Cruzeiro en la Sudamericana, pero con la rodilla hecha puré. Los médicos dicen que no llega ni en pedo, que tiene para un mes. Pero claro, acá la última palabra la tienen el jugador y el técnico, que deberán bancarse la responsabilidad si el pibe se termina de romper. El parte médico oficial habla de un edema óseo en el platillo tibial interno de la rodilla derecha. Traducido al criollo: la rodilla está hecha bosta.
Y la preocupación de la gente de Racing no es para menos. Después del gol que erró Balboa contra Huracán, que parecía más Mostaza Merlo pateando un penal que un delantero profesional, quedó claro que Maravilla es irremplazable. Si no está él, ¿quién mete los goles? ¿Vamos a depender de que Copetti se acuerde como se patea una pelota?.
Vietto, otro que está en el taller
Como si faltaran problemas, Luciano Vietto, el otro que te puede inventar una magia de la galera, también está en duda. Anda con un desgarro que se hizo en la Recopa contra Botafogo. Jugó la final hecho percha, a lo Riquelme en la final de la Libertadores 2007, y ahora está pagando el precio. «Está seriamente en duda para el derbi contra el Rojo», dicen los que saben. Y encima, a la lista de lesionados se suman Di Cesare, Zuculini y García Basso. Un plantel que parece un hospital.
Para colmo, Rojas recién vuelve de una entorsis y Sosa, aunque estuvo en el banco contra Huracán, parece que estaba más para un cameo que para jugar en serio. «Fue opción de relevo únicamente ante un caso de emergencia», tiraron desde adentro. En fin, un panorama complicado para Racing. Habrá que ver si Costas, con la ayuda de algún curandero o del mismísimo Bilardo, puede armar un equipo competitivo para el clásico. Porque si no, mamita querida…