Lanús no pudo contra el Puerto Cabello en Venezuela y empató sin goles en la Copa Sudamericana. El Granate dominó la pelota pero le faltó contundencia para romper el cero. Preocupa la falta de gol del equipo de Kudelka.
Un empate con sabor a poco para el Granate en Venezuela
Lanús igualó 0-0 frente a Academia Puerto Cabello en su debut en la Copa Sudamericana. El conjunto dirigido por Frank Kudelka tuvo el control del partido, pero careció de la pimienta necesaria en los metros finales para concretar la victoria. ¿Se acuerdan del Bambino Veira diciendo que "la pelota no se mancha"? Bueno, acá la mancharon de tanto tocarla y no embocarla.
El dominio Granate no se tradujo en goles
Desde el pitazo inicial, Lanús se adueñó de la posesión y monopolizó el juego en campo rival. Sin embargo, la falta de precisión en los últimos pases y la sólida defensa del equipo venezolano impidieron que el Granate pudiera vulnerar el arco defendido por Luis Romero. Parecía que jugaban con botines de palo santo, mucha posesión pero cero peligro.
Si bien el equipo argentino generó algunas situaciones de riesgo, con remates de media distancia y centros al área, la falta de contundencia fue una constante a lo largo del encuentro. Le faltó ese toque de potrero, esa gambeta endiablada que descoloque a los defensores. ¿Dónde está el Caniggia de Lanús?
Preocupación por la falta de gol
Este empate sin goles deja en evidencia una de las principales falencias de Lanús en lo que va del semestre: la falta de gol. El equipo del Sur del Gran Buenos Aires viene mostrando dificultades para convertir y este partido no fue la excepción. Es como ver a un boxeador que tira muchos golpes pero ninguno llega a destino.
Más allá del dominio y la posesión, si la pelota no entra, no sirve de nada. Lanús deberá trabajar en la definición si quiere aspirar a avanzar en la Copa Sudamericana y pelear por cosas importantes. La próxima fecha será crucial para el Granate, que deberá ganar sí o sí para no quedar en el camino. Esperemos que Kudelka encuentre la fórmula para despertar el olfato goleador del equipo, sino vamos a terminar como el Chavo del 8, sin copa y sin torta.
Por La Redacción de
