Franco Mastantuono, la joya de River, deslumbra con un golazo maradoniano y despierta el interés de los gigantes europeos. El pibe la rompe toda, pero Gallardo y Enzo Pérez piden calma: hay que llevarlo de a poco.
19/04/2025 13:49hs.
Franco Mastantuono: ¿El nuevo Messi o un simple Robben de cuarta?
Dicen que las comparaciones son odiosas, como un penal mal cobrado en un clásico. Pero a ver, seamos sinceros, ¿quién no vio a este zurdito endiablado encarar por derecha y clavarla al ángulo como si fuera el mismísimo Lio en sus épocas mozas en el Barcelona? Con la 30 en la espalda, el pibe Mastantuono nos hace acordar a esos golazos que veíamos por la tele y nos dejaban con la boca abierta, aunque algunos lo comparen con Robben, como si fuera un elogio berreta. «El Lamine Yamal de River», le dicen algunos, exagerados como un relator en un partido de Copa Libertadores. En estos días donde Franco Mastantuono está en boca de todos, como el asado del domingo, el pibe se mandó un golazo de otro planeta contra Gimnasia. Y claro, su cotización se fue a las nubes, más alta que el dólar blue. Mientras tanto, en River, lo cuidan como si fuera un huevo Fabergé, tratando de protegerlo del quilombo mediático.
Europa se babea por la joyita de River
Que hasta los diarios españoles estén contando los días para que el pibe cumpla 18 (el 14 de agosto, para los que no tienen agenda) te da una idea de lo que se viene. Dicen que el Real Madrid lo sigue de cerca, como un perro a un hueso. Y no son los únicos, eh. Barcelona y Atlético de Madrid también andan al acecho, cual leones hambrientos. Hasta de Inglaterra llegan rumores… Parece que Mastantuono es el nuevo objeto de deseo del fútbol mundial, un fenómeno como el Bambino Veira en sus épocas de DT. Cada partido que juega es una vidriera, una prueba de fuego que genera sensaciones encontradas en Núñez. Por un lado, el orgullo de tener a un crack de este calibre; por el otro, el miedo a que se lo lleven por dos mangos. Esas gambetas endiabladas, la pegada exquisita… cada vez que toca la pelota, el Monumental explota, como si fuera un gol de Palermo en el último minuto. Pero claro, esos mismos aplausos son los que aumentan el riesgo de que en cualquier momento aparezca un jeque árabe con una valija llena de dólares.
La cláusula millonaria y el pedido de Gallardo
Con una cláusula de rescisión de 45 millones de euros (que sube a 50 palos verdes en los últimos 10 días de cada mercado de pases), River lo blindó como Fort Knox. Un contrato hasta diciembre de 2026, que parece una eternidad en el fútbol moderno. Pero seamos realistas, con los números que se manejan en Europa, esa cláusula es como un vuelto para los clubes grandes. Y si hablamos de una joyita con potencial de reventa como Mastantuono, la cosa se pone más picante. Por eso, Gallardo, astuto como un zorro, pidió que lo cuiden al menos un año más. Y Enzo Pérez, como un caudillo de la vieja escuela, salió a poner los puntos: «No hay que olvidarse que tiene 17 años y tiene muchas cosas por aprender todavía. Nosotros lo tenemos que ayudar a que tenga los pies en la tierra”, tiró el capitán, con la sabiduría de un Bilardo.
Hasta la cuenta oficial del Mundial de Clubes se rindió a sus pies. «Mastantuono magic», titularon, después de su show contra Gimnasia. Y Enzo Pérez, que lo conoce de cerca, se deshizo en elogios: «Es un distinto, porque es un pibe que gambetea, que va para adelante, que la pierde y la vuelve a agarrar, que se saca uno o dos jugadores de encima». Y sí, Enzo, tenés razón. Cada vez que Mastantuono agarra la pelota, pasa algo. Y eso, en el fútbol argentino, es un tesoro que hay que cuidar.
El golazo de Mastantuono, desde adentro
Franco Mastantuono –