River se prepara para el partido clave contra The Strongest en la altura de La Paz, con Demichelis buscando la fórmula para contrarrestar la falta de oxígeno y la presión del rival. Mientras tanto, el plantel se enfoca en el entrenamiento y la recuperación de jugadores clave.
El Millonario encara la altura: ¿Se le anima al Tigre de La Paz?
River se encuentra en la antesala de un partido crucial por la Copa Libertadores. El martes que viene, a las 21, visita al The Strongest en el siempre complicado Hernando Siles de La Paz. Un escenario que, como diría el Bambino Veira, «es como jugar con un pulmón menos y el otro pinchado». El conjunto de Demichelis sabe que no puede darse el lujo de pestañear si quiere seguir con vida en el torneo continental.
La Paz, una parada brava para el Millo
La altura de La Paz, a más de 3600 metros sobre el nivel del mar, es un factor determinante que preocupa al cuerpo técnico. Como si fuera poco, The Strongest se hace fuerte de local y no va a dejar pasar la oportunidad de sumar de a tres frente a un grande del continente. ¿Se acuerdan del Beto Acosta en el 96? Un partido para el infarto. Esperemos que esta vez la historia sea diferente.
Demichelis mueve las piezas
Micho, con la cabeza en el partido, estaría evaluando diferentes estrategias para contrarrestar los efectos de la altura. Rotación de jugadores, un planteo más conservador o, ¿por qué no?, apostar al «estilo Enzo» y salir a ganar de entrada. Sea cual sea la decisión, el Muñeco deberá ajustar las piezas de un equipo que viene de capa caída tras la derrota contra Arsenal en el torneo local.
El plantel, entre algodones y la ilusión copera
Mientras tanto, en el River Camp, el plantel trabaja a full. La recuperación de jugadores tocados, como Enzo Pérez y Paulo Díaz – que está para jugar un picado en chanclas-, es fundamental para afrontar este desafío. La Libertadores es una obsesión para el Millonario. Se respira en el aire, en cada entrenamiento. Se siente la presión, pero también la ilusión de una nueva conquista. Habrá que ver si el equipo está a la altura de las circunstancias, literalmente.
