River le ganó a Boca y el vestuario del Monumental fue una fiesta. Pizza, familiares y la presencia virtual del Pity Martínez, que se recupera de una lesión, marcaron la celebración íntima del plantel Millonario.
El Monumental fue una caldera, el Superclásico se pintó de rojo y blanco. River le ganó bien a Boca, y como era de esperarse, el festejo fue a la altura. No solo coparon la cancha, sino que después la fiesta siguió en la intimidad del vestuario.
¡River, mi buen amigo, esta campaña volveremos a estar contigo!
Después de un primer tiempo que fue un recital de fútbol, y un segundo donde se aguantó con la garra de un equipo que sabe lo que es jugar estos partidos, los jugadores del Millonario se fundieron en un abrazo con la gente. Pero la verdadera fiesta, la del post partido, arrancó puertas adentro.
Hubo de todo: pizzas, picadas y, por supuesto, la alegría desbordante de un plantel que se bancó la parada. ¿Y quién dijo que los que no estaban presentes no podían sumarse a la celebración? El Pity Martínez, cual gol de Palermo en la Libertadores contra Independiente, apareció virtualmente en las redes sociales para dejar su mensaje: «Siempre juntos». Un gesto que, como diría el Bambino Veira, «pinta la fidelidad de este muchacho».
Martínez Quarta, que volvió al club y jugó su primer Superclásico tras su regreso, también se sumó a la movida virtual con un mensaje emotivo: «El más grande. Qué gran día, que hermoso volver a sentir sensaciones y vivir tantas emociones juntas. Otro superclásico en casa. Gracias por acompañar. Vamos por más». ¿Será este River el del comienzo de una nueva era dorada? Para un equipo que se acostumbró a ganar, este triunfo es un paso más en la búsqueda de la gloria.
Familiares en la fiesta Millonaria
La cosa no terminó ahí. Como en todo buen festejo argentino, no podían faltar los familiares. El vestuario se abrió para recibir a las familias de los jugadores, transformando la celebración en un encuentro íntimo y emotivo. Hasta el pequeño Benjamín, hijo de Gallardo, dijo presente. Una postal que confirma lo que todos sabemos: River, más que un club, es una familia. Y cuando la familia está unida, las victorias se disfrutan el doble.
El Monumental, testigo de una noche inolvidable
¿Habrá revancha de Boca? El tiempo lo dirá, pero por ahora, el grito de campeón se escucha en Núñez.