River vuelve de Quito con un empate que vale oro y la mente puesta en el Superclásico. Gallardo ajustó la logística para el partido: práctica matutina en el Monumental y concentración desde el mediodía. Meza y Borja, con chances de jugar; Pity, entre algodones; Díaz, descartado.
La Banda vuelve de la altura con la cabeza en el Superclásico
El Muñeco, con una sonrisa de potrero y un café en mano, se subió al micro en Quito rumbo al aeropuerto. La imagen pintaba de cuerpo entero el ánimo del plantel: un empate 2-2 con sabor a triunfo en la altura y la mente puesta en el Superclásico. Si bien el viaje de regreso a Buenos Aires fue largo, casi seis horas, la delegación Millonaria llegó con la moral en alto. Un resultado que, como diría el Bambino Veira, «es un buen negocio».
El equipo aterrizó en Ezeiza el jueves por la noche y el viernes por la mañana ya estaban todos en el River Camp, moviendo las piernas (los que jugaron, claro, el resto a meterle pata). Gallardo, astuto como Bilardo en el ’86, modificó la logística pensando en el domingo: la práctica del sábado será a la mañana en el Monumental y la concentración arrancará al mediodía, ahí mismo. Una jugada maestra para tener a los muchachos a ritmo de partido y meterles presión desde temprano.
Gallardo: «El resultado nos pone que el esfuerzo no fue en vano»
“Vamos a jugar un clásico el domingo con un vuelo en el medio, con pocos días de descanso. El resultado final nos pone que el esfuerzo no fue en vano y claramente en lo anímico vale y mucho», declaró el Muñeco, con la claridad de un relator como Víctor Hugo Morales. El DT sabe que la cabeza juega un partido aparte y que lo emocional será clave para llegar con nafta al Superclásico, más aún después del desgaste del viaje y de jugar en la altura de Quito. «El rival va a estar fresco”, reconoció Gallardo, pero la remontada contra Independiente del Valle “mentalmente nos va a ayudar a recuperarnos rápido y a enfocarnos».
El parte médico: ¿quiénes llegan y quiénes no?
Maxi Meza, con más ganas que un pibe en su primer partido en Primera, acelera la recuperación y trabaja a full en el campo. Los médicos son optimistas, pero todo dependerá de cómo responda en los próximos entrenamientos. El objetivo es que llegue al domingo sin riesgo de recaída, porque un Superclásico no se juega todos los días.
Por otro lado, Miguel Borja, el Colibrí, parece que llega sin problemas. La inflamación en el aductor ya es historia antigua y se entrena a la par de sus compañeros. Una buena noticia para el Muñeco, que lo necesita enchufado como Riquelme en la Bombonera.
El Pity, con el corazón en la mano
El Pity Martínez, con la garra de un Ruggeri, también trabaja diferenciado y sueña con estar en el banco de suplentes el domingo. Todavía se recupera de la distensión en el sóleo, pero su deseo de jugar el Superclásico lo impulsa a dejar todo en cada entrenamiento.
Lamentablemente, no todas son buenas noticias: Paulo Díaz, con un desgarro que lo tiene a mal traer, está descartado. Una baja sensible para la defensa Millonaria. Quedará ver si Gallardo lo reemplaza con otro caudillo o apuesta por un esquema más ofensivo.