Tras el empate sin goles ante Godoy Cruz, el técnico de River Plate, Marcelo Gallardo, exige mayor «fiereza» ofensiva a sus dirigidos. A pesar de la inversión millonaria en refuerzos, el equipo muestra dificultades para concretar, con un bajo porcentaje de remates al arco y muchos disparos bloqueados. La preocupación crece ante la falta de soluciones a un déficit que se está volviendo crónico y que impide que los goles lleguen.
Arrancamos la semana con la resaca del empate en Mendoza, y la pregunta que nos carcome a los hinchas de River es: ¿Qué le pasa al equipo de Gallardo? Porque ojo, muchachos, que un 0-0 ante Godoy Cruz, con todo el respeto que se merece el Tomba, no es lo que uno espera después de semejante inversión.
Marcelo Gallardo, fiel a su estilo, no se guardó nada. Le reclamó «fiereza» ofensiva a sus jugadores. Y no, no se refiere a salir a morder como perro rabioso, sino a esa agresividad futbolística que te hace desequilibrar, conectar pases a velocidad supersónica y, fundamentalmente, embocarla en el arco. Porque a ver, seamos honestos, River suma 60 remates en cinco fechas y apenas el 32% fueron al arco. ¡Una miseria! Y encima, un 28,33% de esos disparos terminaron bloqueados. ¿Será que tenemos un muro invisible frente al arco rival?
Marcelo Gallardo, en el empate ante Godoy Cruz. Foto: Ramiro Gomez
Gallardo, como buen estratega, tiene el diagnóstico claro. El tema es encontrar la cura a esta enfermedad que nos está preocupando a todos. Se invirtió una fortuna en refuerzos de primer nivel, pero los millones aún no se ven reflejados en goles ni en resultados. Y eso, señores, empieza a doler.
Ahora bien, el Muñeco confía en que esa «fiereza» aparezca a partir de una sinergia general, con un mayor desequilibrio por las bandas gracias a la jerarquía de los laterales campeones del mundo, Montiel y Acuña. Pero ojo, que esa fórmula, por ahora, está siendo más predecible que el pronóstico del tiempo. Los rivales ya saben cómo cerrarle los caminos a River, que termina centralizando sus ataques y chocando contra murallas defensivas dignas del Muro de Berlín. Contra Godoy Cruz, por ejemplo, se hicieron 15 disparos, la mejor marca del año, pero también el número más alto de bloqueos (5) y el porcentaje más bajo al arco (20%). ¡Para colmo de males!
Los jugadores de River, luego del empate ante Godoy Cruz. Foto: Ramiro Gomez
### ¿Problemas de puntería o de estrategia?
Otra estadística que enciende las alarmas en River es la baja en la media de remates al arco, que pasó de 16,2 por partido en 2024 (entre Demichelis y Gallardo) a 12 en este torneo. Y la cantidad de disparos a puerta también se desplomó de 5,6 a 3,8 por encuentro. ¿Será que la mira está desviada o que la pólvora está mojada?
El colega de , aporta un dato interesante: «No parece casual que el empate frente a Platense (cabezazo de Matías Rojas) haya sido tras un mal rechazo del arquero Cozzani, que el agónico triunfo a Instituto fuera con una palomita de Montiel post rebote en el palo en un corner y que el doblete de Colidio frente a Independiente sea la excepción hasta el momento por el estilo de juego del Rojo, mucho más abierto y de tú a tú, como ninguno de los otros contrincantes de River en esta temporada.»
Gallardo, en el empate ante Godoy Cruz en Mendoza. Foto: Ramiro Gomez
La «urgencia» ofensiva que mencionaba Gallardo se transformó en un grito de auxilio. El deté debe encontrar soluciones YA, con las figuras de renombre que tiene a disposición. Borja, Colidio, Driussi, Lanzini, Meza, Galoppo y el Pity Martínez, que ilusiona con su buen nivel tras su regreso. El Pity, en sintonía con el Muñeco, sabe que el equipo necesita un ataque más agresivo, contundente y, sobre todo, que le apunte mejor al arco rival. ¡Amén!
### La receta para salir del pozo
La clave, según parece, es mejorar la elaboración en la fase inicial de los ataques, crear sociedades más activas alrededor de Enzo Pérez, generar desmarques más intensos y sorpresivos, y potenciar el desequilibrio individual de Lanzini, el Pity, Simón o Colidio. Si no, los ataques por el medio y los centros al área seguirán siendo un callejón sin salida. River necesita encontrar la llave que abra el candado ofensivo y le permita romper la pared que le impide celebrar. De lo contrario, vamos a seguir extrañando los goles de Borré y la magia del Burrito Ortega. ¡Y eso no puede ser!
River deberá seguir trabajando para romper la pared. (Prensa River)
El resumen del empate 0-0 entre River y Godoy Cruz
River Plate –
