Lorenzo, un joven hincha de San Lorenzo, sufrió un duro revés cuando, en la víspera de su cumpleaños, fue asaltado junto a su familia. El club, ni lerdo ni perezoso, se puso la diez y le brindó un merecido homenaje en el Nuevo Gasómetro, demostrando que la pasión azulgrana va más allá de los resultados en la cancha.
¡Qué grande sos, Ciclón! El fútbol, más allá de tácticas y goles, tiene estas cosas que te inflan el pecho. Y San Lorenzo, señoras y señores, demostró estar a la altura. La historia de Lorenzo, ese pibe fanático del club que sufrió un robo antes de su cumpleaños, nos tocó a todos. Pero el club de Boedo, con Marcelo Moretti a la cabeza, no se quedó de brazos cruzados.

Moretti acompañó a la familia en la previa del duelo entre el Ciclón y el Calamar (Prensa San Lorenzo).
En la previa del partido contra Platense, ahí estaba Lorenzo, de la mano de Moretti, pisando el césped del Nuevo Gasómetro. Ovación, regalos, el cariño de la gente… Un mimo al alma para este pibe y su familia, que también son cuervos de ley.
Y como si fuera poco, Lorenzo tuvo el privilegio de acompañar a los jugadores en la salida al campo de juego. ¡Imaginate la emoción! Seguro que ese momento lo guardará para siempre, como un gol de chilena de Romeo.

Lorenzo recibió varios regalos por parte del club (Prensa San Lorenzo).
¿Qué pasó exactamente? El golpe bajo que sufrió Lorenzo
El sábado pasado, cuando Lorenzo y su familia llegaban al salón para festejar sus nueve años, dos motochorros los interceptaron y les robaron el auto y la plata que tenían para la fiesta. Un golpe bajo, de esos que te dejan sin aire. Pero como dice el tango, «el mundo fue y será una porquería», pero también hay gente de bien.
La noticia corrió como reguero de pólvora y llegó a oídos de los dirigentes de San Lorenzo. Y ahí, demostraron que el club es mucho más que once tipos corriendo detrás de una pelota.
Más allá de la cancha: El fútbol como herramienta social
Gestos como este demuestran que el fútbol puede ser una herramienta poderosa para transmitir valores y generar un impacto positivo en la sociedad. San Lorenzo le dio una alegría a Lorenzo en un momento difícil, y eso, señores, vale más que cualquier campeonato.
Ojalá que esta historia sirva para que otros clubes tomen nota y se comprometan con la gente. Porque al final, el fútbol es pasión, pero también es solidaridad. Y en eso, San Lorenzo se sacó un diez. ¿No Eber?