San Lorenzo, con el sello de Russo, enfrenta un desafío clave en Córdoba ante Instituto, buscando consolidar su buen inicio de torneo. A pesar del poco descanso y la posible rotación, el DT apuesta por los mismos once que vencieron a Platense. Muniain volvió, pero Peralta se suma a las bajas por un cuadro de gastroenterocolitis.
El Ciclón de Boedo, con la batuta de Miguel Ángel Russo, se prepara para una parada brava. Después de un arranque de año que ilusiona, toca demostrar que lo del Bajo Flores no es casualidad. Y qué mejor prueba que visitar a Instituto en Córdoba, una cancha que, desde que Troglio agarró el timón, se convirtió en un verdadero fortín. Un rival que viene levantando y que, como todo equipo del «Gringo», mete y mete.
Encima, el fixture no da respiro. Menos de 100 horas entre el triunfo agónico contra Platense y este partido clave. Russo lo había anticipado: «podría haber rotación». Pero parece que el «Profe» tiene más cuerda que el Titán en el ’98 y, al final, los muchachos están listos para repetir.
¿Será que Russo se contagió de la mística copera del San Lorenzo campeón? Porque, a pesar de los golpes y el trajín, los soldados están firmes. Romaña y Braida, que habían terminado tocados, se recuperaron y están listos para dar batalla. Closs diría: «¡Qué jugadores, qué actitud!».
Instituto vs. San Lorenzo: un duelo con historia
Russo lo sabe: Córdoba no es para cualquiera. «Volverse con un triunfo de una plaza difícil como Córdoba no es poco», declaró. Y tiene razón. Instituto, con Troglio al mando, se hace fuerte en su cancha y juega como los dioses. Un rival que no te regala nada, que te presiona en cada rincón del campo.
Mientras que en Instituto se rumorea algún cambio por el cansancio acumulado, manteniendo la base del equipo que empató con Unión, con el ingreso de Nicolás Cordero en lugar de Dellarossa, en San Lorenzo, Russo confÍa en los mismos once guerreros que doblegaron al Calamar. El objetivo es claro: sumar de a tres y alcanzar a Central en la punta del Grupo B, al menos hasta que juegue el Rojo.
Muniain volvió, pero Peralta se bajó del avión
El domingo arrancó con una buena noticia para el pueblo azulgrana. Iker Muniain, el refuerzo estrella que llegó para darle un salto de calidad al mediocampo cuervo, regresó de Bilbao, donde se estuvo recuperando de su desgarro. El vasco volvió renovado y con la ilusión de llegar en óptimas condiciones al clásico con Huracán.
Pero no todo fue alegría en el mundo San Lorenzo. Un rato después, la noticia que nadie esperaba: Andrés Peralta, el delantero colombiano que había sumado sus primeros minutos en los últimos dos partidos, quedó desafectado por un cuadro de gastroenterocolitis. Una baja sensible para Russo, que pierde una alternativa en ataque.
Así las cosas, el Ciclón se prepara para un duelo clave en Córdoba. Con la misma base, la misma ilusión y la misma garra de siempre. ¿Podrá Russo llevarse los tres puntos y seguir ilusionando a la hinchada? La respuesta, esta noche, en el Juan Domingo Perón. Que gane el mejor, y que sea con el cuchillo entre los dientes, como diría el gran Eber Ludueña.