Rodrigo Villagra, fuera de los planes de Gallardo, entrena en un potrero a la espera de que el grupo inversor de Foster Gillett pague su cláusula de rescisión. Se venció el plazo y en River empiezan a dudar de la operación. El Muñeco ya lo borró y busca a Kevin Castaño. ¿Se va o se queda? Parece la novela de verano.
¿Villagra, al limbo o al verde césped? La novela del mercado que tiene en vilo al Mundo River
Mientras busca una canchita para no perder la forma física, cual Mostaza Merlo buscando la inspiración en el pasto, Rodrigo Villagra vive horas de incertidumbre dignas de un culebrón mexicano. Borrado por el Muñeco Gallardo y con el grupo inversor de Foster Gillett sin poner la guita de la cláusula de rescisión (u$s 10 millones, un vuelto para un jeque árabe), el futuro del volante es más incierto que el penal de Palermo contra Colombia.
El tema es así: Gillett, el yanqui que prometió millones como si fueran caramelos, todavía no le pagó la cláusula a Valentín Gómez para que se vaya a Italia (el pibe entrena en una plaza, ¡en una plaza!) y tampoco le dio la plata prometida a Estudiantes. En River, el Secretario General Stefano Di Carlo tiró la posta hace una semana: "Se dispuso un período de tiempo corto, breve. En lo inmediato se resolverá en un sentido u otro". Parecía el ultimátum de Mostaza en Racing, pero hasta ahora, puro humo.
El Muñeco ya lo borró: ¿Castaño al rescate?
El entorno de Villagra ya tiró la toalla con Gillett. Y en River, la dirigencia se rasca la cabeza: ¿qué hacemos con este pibe? Gallardo, ni lo registra. Ya lo borró como si fuera un mensaje comprometedor del celular, y ahora apunta todos los cañones a Kevin Castaño, el colombiano que la rompe en Tolima.
Santos de Brasil y el CSKA de Moscú se asomaron tímidamente, pero ni cerca de los 10 palos verdes. Y ojo, préstamo no puede ser, porque River ya llenó el cupo de jugadores cedidos al exterior. Parece el Tetris del mercado de pases, muchachos. Quedarse en Núñez es casi imposible, como ganarle un mano a mano a Ruggeri en el ’86.
Gallardo, ambiguo como un VAR
Después del triunfo contra Independiente, el Muñeco habló del tema, pero más confuso que el reglamento del offside: "Son especulaciones sin certezas, no tenemos cerrada ninguna posibilidad, pero tampoco podemos ser certeros en que esto va a pasar. Hoy todavía no lo tenemos contemplado. Mientras no tengamos seguridad en cosas que no dependan de nosotros, no podemos decir nada". O sea, nada. Clarito como el agua turbia del Riachuelo.
Fuente: D Sports (Twitter).
La novela Villagra continúa. ¿Terminará como el gol de Maradona a los ingleses o como el papelón de Higuaín en la final del mundo? Solo el tiempo (y Gillett) lo dirán. Mientras tanto, el pibe sigue buscando un potrero donde patear, soñando con un futuro que hoy parece más lejano que la Copa Libertadores para San Lorenzo.
