Talleres – Godoy Cruz: ¿Quién dará el golpe en la fecha 3?

Redacción Cuyo News
4 min
Cortito y conciso:

Talleres no levanta cabeza. En un partido chivo contra Godoy Cruz, la «T» volvió a caer, dejando dudas sobre su funcionamiento y desatando la impaciencia de la hinchada. ¿Será este el año que Talleres levante cabeza o seguirá sumando frustraciones?

Godoy Cruz amargó a Talleres en Mendoza y la «T» sigue sin levantar vuelo

Talleres de Córdoba sigue sin encontrar el rumbo en este arranque de temporada. En su visita a Mendoza, Godoy Cruz le propinó una derrota que dejó más dudas que certezas en el equipo dirigido por Walter Ribonetto. El resultado final, 2-1 a favor del Tomba, refleja un partido disputado, pero donde la efectividad del local fue clave para llevarse los tres puntos.

El partido, correspondiente a la tercera fecha de la Liga Profesional, se jugó en el estadio de Godoy Cruz, con un marco imponente de público local que alentó sin cesar. Desde el pitido inicial, se notó la intensidad característica del fútbol argentino, con ambos equipos buscando imponer su juego.

Godoy Cruz, con la ventaja de jugar en casa, supo aprovechar los espacios y generar peligro en el área rival. «El Tomba» golpeó primero, desatando la euforia en las tribunas y obligando a Talleres a remar desde atrás.

Talleres intentó reaccionar, pero la defensa mendocina se mostró sólida y bien plantada. A pesar de algunos chispazos de buen fútbol, la «T» careció de la profundidad necesaria para inquietar seriamente al arquero local. Como diría el gran Eber Ludueña, «la defensa es como el dulce de leche, si no está, la torta no es lo mismo». Y hoy a Talleres le faltó ese dulce para equilibrar la balanza.

La efectividad, la clave del partido

Mientras Talleres buscaba desesperadamente el empate, Godoy Cruz volvió a golpear, ampliando la ventaja y complicando aún más el panorama para los cordobeses. El segundo tanto fue un mazazo que dejó aturdido al equipo de Ribonetto.

Sobre el final, Talleres descontó, pero ya era demasiado tarde. El gol sirvió solo para maquillar el resultado y alimentar una leve esperanza de remontada que nunca llegó. La derrota caló hondo en el plantel y en la hinchada, que ve con preocupación el flojo inicio de temporada.

¿Qué le pasa a Talleres?

La pregunta que resuena en los pasillos del club y en las charlas de café de Córdoba es inevitable: ¿Qué le pasa a Talleres? El equipo, que en el torneo pasado ilusionó con un juego vistoso y efectivo, parece haber perdido la chispa. La defensa se muestra vulnerable, el mediocampo carece de ideas y la delantera no encuentra el gol.

Ribonetto tendrá que trabajar arduamente para revertir esta situación. El entrenador deberá ajustar piezas, motivar al plantel y encontrar la fórmula para que Talleres vuelva a ser el equipo competitivo y protagonista que todos esperan. La hinchada, fiel como siempre, merece una alegría. Y como dice el dicho futbolero, «la esperanza es lo último que se pierde». Aunque, claro, la paciencia tiene un límite.

Este presente de Talleres inevitablemente trae a la memoria nombres como los de Labruna o Menotti, técnicos que supieron reinventar equipos y llevarlos a la gloria. ¿Podrá Ribonetto emular esas hazañas? El tiempo dirá. Por ahora, la «T» sigue en deuda con su gente y con su propia historia.

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