Sebastián Domínguez y Vélez llegaron a un acuerdo para su desvinculación. Los Barros Schelotto están a un paso de asumir como nuevos técnicos del Fortín con el Pocho Insúa como parte del cuerpo técnico.
Domínguez y Vélez: Un divorcio anunciado
En Vélez, el 2025 arrancó con más quilombo que recital de La Renga. Entre internas y un equipo que parecía el Barcelona de Guardiola pero a la inversa, la dirigencia finalmente le bajó el pulgar a Sebastián Domínguez. Si bien el ex defensor quería seguir remando en dulce de leche, los resultados, dignos de un equipo de la D, hablaron por sí solos: cinco puntos sobre 27 posibles. Un arranque para el olvido, como el penal de Baggio en el 94.
La salida de Domínguez no fue fácil. Se habló de contratos, de indemnizaciones, de un quilombo judicial que podía terminar peor que la final de Madrid. Pero, al final, primó la cordura y las partes llegaron a un acuerdo económico, menor al que se rumoreaba inicialmente. Una especie de pacto de caballeros, como el que firmaron Bilardo y Menotti para no robarse jugadores, pero con menos bigote y más billetera.
Los Mellizos a Liniers: ¿Se viene el tiki-tiki al Fortín?
Con el banco velezano vacío, el nombre que suena con más fuerza que la patada de Roberto Carlos es el de los Barros Schelotto. Guillermo y Gustavo, los Mellizos que hicieron historia en Boca, están a una firma de agarrar la conducción técnica del Fortín. La presentación oficial sería la semana que viene, después de la fecha FIFA. Habrá que ver si le pueden dar al equipo el toque mágico que supo tener con Bianchi, o si terminan como el Coco Basile en Racing.
Insúa: La llave del éxito Mellizo
Y como no podía ser de otra manera, para ponerle picante a la cosa, se suma al cuerpo técnico Federico Insúa, el Pocho, campeón con Vélez en 2012. Un ídolo del club que actuará de nexo entre los Mellizos, que no tienen mucha historia con el Fortín, y la mística velezana. ¿Será el Pocho la pieza clave para que los Barros Schelotto triunfen en Liniers? ¿O terminará como el Burrito Ortega en River, con más talento que resultados? Solo el tiempo lo dirá. Lo que está claro es que en Vélez se viene una nueva era. Una era que promete tanto como el Mundial 78, pero que también puede terminar como el Mundial 2002. A esperar y alentar, como diría el Bambino Veira.
