Vélez, con el fixture a favor: será el equipo argentino que menos kilómetros recorrerá en la fase de grupos de la Copa Libertadores. El Fortín podrá enfocarse en el juego y minimizar el desgaste por viajes, un factor clave para el equipo del Mellizo Barros Schelotto.
El sorteo de la Copa Libertadores dejó un panorama favorable para Vélez Sarsfield. El Fortín será el equipo argentino que menos deberá batallar contra el cansancio de los viajes, un factor determinante en torneos internacionales. ¿Será esta la clave para que el equipo del Mellizo pelee el título?
Un fixture que invita a soñar
El presidente de Vélez, Fabián Berlanga, venía pidiendo a los dioses del fútbol un sorteo benévolo en cuanto a las distancias. Parece que alguien lo escuchó, porque al Fortín le tocaron viajes relativamente cortos en la fase de grupos, sumando un total de 6.588 kilómetros. Una verdadera ganga comparado con los rivales. “Lo bueno es que hay poco viaje. Estamos esperanzados y siempre con la ilusión de que Vélez participe en una copa internacional. Volver a estar en un torneo internacional es muy emocionante, poder ver al club en el plano continental”, comentó Berlanga, con una sonrisa que le llegaba de oreja a oreja.
Recordemos que en la Copa, el cansancio puede ser un rival tan duro como cualquier equipo. No es lo mismo llegar a un partido después de un vuelo cortocito a Montevideo que después de un periplo interminable tipo el Dakar. Preguntenlé sino a cualquier jugador, que seguro les va a decir que esto no es joda.
Kilómetros que pesan: la ventaja del Fortín
Para ponerlo en perspectiva, pensemos en River, que tendrá que recorrer 23.362 kilómetros, casi cuatro veces más que Vélez. Una diferencia abismal, digna de un partido entre la Scaloneta y el equipo de un barrio. Racing (20.056 km), Central Córdoba (19.304 km) y Estudiantes (16.510 km) tampoco la sacaron barata. En este contexto, los 6.588 kilómetros del Fortín parecen un paseo por la rambla.
Los rivales y sus distancias: un panorama alentador
¿Y a quién le toca enfrentar al equipo de Liniers? Primero, a Olimpia en Asunción (1.042 km), un viaje pan comido. Después, a San Antonio Bulo Bulo en Bolivia (2.072 km), un poco más lejos pero manejable. Y para cerrar la fase de grupos, a Peñarol en Montevideo (225 km). ¡Un viaje relámpago! Prácticamente van a ir en bicicleta, como hacía el Bambino Veira en sus épocas de jugador.
Con estos viajes cortitos, Vélez podrá concentrarse en lo futbolístico y llegar a cada partido con las piernas frescas, como si fueran Eber Ludueña en sus mejores tiempos. Un factor clave para un equipo que busca dar pelea en la Copa y que, con este fixture, tiene un empujoncito extra para soñar en grande.
