Héctor Villalba, el Tito, confiesa que estuvo a un paso de volver a San Lorenzo, pero Miguel Russo, el DT, ni lo llamó. Si bien le tiró flores al equipo por el buen arranque, al Tito le dolió que no le abrieran las puertas de su casa.
¿Russo le hizo la gran Bilardo al Tito Villalba?
El mercado de pases siempre deja tela para cortar, y esta vez la historia tiene como protagonista a Héctor «el Tito» Villalba y su fallido regreso a San Lorenzo. El mediapunta, campeón de América con el Ciclón en 2014 – un equipo que jugaba como los dioses, dicho sea de paso -, terminó su contrato con Libertad de Paraguay y parecía tener todo listo para volver al club de sus amores. Pero como en un partido con final polémico, apareció un imprevisto: Miguel Russo, el técnico.
Según contó el propio Villalba en una entrevista con Dsports Radio (genio, el periodista que lo entrevistó), «Estuve a nada de volver a San Lorenzo». Parecía que la vuelta era un hecho, hasta los contratos estaban en orden. Sin embargo, el DT nunca lo contactó. «Estaba todo arreglado con el club, pero no me quiso el técnico. Miguel (Russo) nunca me llamó… Se ve que no me veía bien o no tenía ganas de contar conmigo”, confesó el Tito. ¿Le habrá hecho la gran Bilardo, escondiéndolo hasta último momento?
Un portazo en la cara… ¿o una decisión táctica a lo Menotti?
Si bien Villalba se mostró respetuoso con Russo y destacó el buen comienzo del equipo – «acertó Miguel porque el equipo está ganando y puntero»-, no ocultó su desilusión: “Es incómodo cuando en tu casa no te abren las puertas, pero tendrá sus razones”. Una frase que resonó como un tiro en el palo en Boedo. ¿Se habrá arrepentido Russo, viendo el nivel del Tito en Peñarol? Como diría el Bambino Veira, «el fútbol es dinámico».
A pesar del portazo, Villalba, como buen hincha, no quiso echar más leña al fuego. Demostrando una actitud a lo Mostaza Merlo, priorizó el bien del club: «Acá hay que pensar en el club y en nada más”. Y, como si fuera poco, se la jugó con un pronóstico cauto para el clásico: “No arriesgo un resultado. Venimos bien y eso es lo importante, hay que seguir tranquilos”. Un mensaje digno de un capitán, aunque esté jugando en otras tierras.
