El Muñeco, con la enfermería a tope y un calendario apretadísimo que le hace ver doble, mueve las piezas del River para enfrentar a Central. Vuelven algunos soldados, pero otros, como si fueran el Pity haciendo jueguito en un tobogán de Saviolita, siguen entre algodones.
Gallardo y un rompecabezas con más lesionados que el plantel de Instituto de Córdoba en los ’90
Este sábado, River se planta ante Rosario Central por la fecha 11 del Torneo Apertura, con el Monumental como escenario. Arranca una seguidilla infernal de ocho partidos en 29 días que ni el fixture de la B Metro, y Gallardo, cual DT de equipo de barrio con los pibes lesionados después del picado del domingo, tiene que hacer malabares. La consigna: ganar sin terminar con más jugadores en la enfermería que en el campo de juego.

El parte médico: más largo que la novela de Gaturro
Paulo Díaz, después de meter dos partidos completos con Chile en menos de una semana, va al banco, para evitar que termine como el Kun Agüero en Twitch. Lo mismo para Matías Rojas y Sebastián Driussi, que parecen tener los músculos de cristal. Gallardo, con más cábalas que Mostaza Merlo, los cuida para la maratón de partidos que se viene. Martínez Quarta, ya recuperado, hace dupla con Pezzella en la zaga. Bustos cubre el puesto de Montiel, también en recuperación. Y en el medio, el Huevo Acuña vuelve a la titularidad, aunque su nivel haya estado más flojo que la defensa de Racing en el clásico.
Giuliano Galoppo, después de un desgarro que lo tuvo afuera más tiempo que Riquelme en un superclásico, está para volver. Aunque Aliendro le comió la tostada en su ausencia, el ex Banfield podría meterse entre los once si el Muñeco se la juega con cinco volantes. Si no, a esperar el partido contra Universitario en Lima.
Arriba, con Borja como único nueve disponible (más solo que Caruso Lombardi en Navidad), la cosa está picante. Sin Colidio ni el Pity (otro que se desgarró más que la relación de Icardi y Wanda), la opción sería Ian Subiabre. Tapia espera en el banco, con la ilusión de entrar y romperla como Julián Álvarez en el Mundial.
El posible once del Millo: un equipo para el debate de café
Armani; Bustos, Pezzella, Martínez Quarta, Acuña; Aliendro, Enzo Pérez, Meza; Galoppo o Subiabre, Mastantuono y Borja. Un equipo que seguro generará más polémica que el arbitraje en el fútbol argentino. Una formación que invita al debate, a la especulación, a la discusión bizantina en redes sociales. ¿Acertará el Muñeco con este once, o terminará pidiendo la hora como el Chacho Coudet en Rosario?