El Muñeco Gallardo, tras el empate con Talleres, se sinceró sobre la falta de gol de River, que lo tiene a maltraer. Además, bancó a Borja -autor del gol del empate- y se cruzó con un periodista por los silbidos del Monumental.
Gallardo, la falta de gol de River y un cruce picante post partido con Talleres
Luego del empate 1-1 contra Talleres en el Monumental, el Muñeco Gallardo no se guardó nada. El DT de River volvió a remarcar la ineficacia de su equipo de cara al arco, una problemática que ya parece una novela de Corín Tellado, interminable. Recordemos que el Millonario ostenta el peor promedio de gol de su historia en relación a la cantidad de partidos jugados, un dato que seguro le quita el sueño a más de un hincha. Y como si fuera poco, el técnico tuvo un entrevero con un periodista por la reprobación del público a algunos jugadores.
Gallardo arrancó la conferencia con una autocrítica digna de Mostaza Merlo en sus mejores épocas: «Generamos expectativas y no concretamos…generamos situaciones, no concretamos y no podemos ganar». ¿Traduccion? River juega bien, llega al arco rival como el Diego en el 86, pero define como yo en el fulbito del domingo. Para colmo, las estadísticas lo confirman: apenas 15 goles en 17 partidos oficiales en el 2025. ¡Si hasta el Chavo del 8 hacía más goles en la vecindad!
¿Borja Dependientes? Gallardo dice que no.
El Colibrí Borja, que entró desde el banco y metió el gol del empate, pasó de villano a héroe en cuestión de minutos. Gallardo bancó al colombiano y aclaró: «No podemos ser Borja dependientes de los goles». Claro, porque si esperan que el 9 solucione todo, terminan como Caruso Lombardi esperando un milagro.
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Silbidos en el Monumental: Gallardo, como Bilardo con el bidón, salió al cruce.
Para cerrar la noche, Gallardo tuvo un cruce con un periodista que le preguntó por los silbidos a Lanzini y Borja. El Muñeco, con cara de pocos amigos, le respondió: «Preguntame por el partido. Hablemos de fútbol». Después, se despachó con una reflexión sobre la presión de jugar en River, que sonó a mensaje para el plantel: «Jugar en River es un privilegio. Hay que superarlo y recuperarse». Casi como decirles: «Muchachos, si no aguantan la presión, váyanse a jugar al paddle».
