Alpine finalmente arañó algunos puntitos en Bahréin gracias a un séptimo puesto de Gasly, que parecía el mismísimo Prost con el auto. Mientras tanto, Doohan tuvo un finde para el olvido y Colapinto calentó el simulador en Enstone como si fuera la previa de un Boca-River.
Alpine se sacó la mufa: Gasly sumó puntos en Bahréin con Colapinto como «ángel guardián» desde el simulador
Alpine respiró aliviado en el Gran Premio de Bahréin. Después de un arranque de temporada más flojo que enganche de Riquelme en el barro, Pierre Gasly logró un meritorio séptimo puesto, cosechando los primeros puntos para la escudería francesa. Mientras tanto, en el box de al lado, el joven Jack Doohan padeció la carrera como si fuera un penal de Higuaín en una final: terminó 15°, con una penalización incluida por pasarse de la raya, cual Palermo en sus mejores épocas.
La estrategia de Alpine arrancó con gomas blandas para ambos pilotos, Gasly largando quinto y Doohan undécimo. Mantuvieron sus posiciones hasta la primera parada en boxes, donde el equipo apostó por una doble detención en la vuelta 29. Tres vueltas después, el toque entre Sainz y Tsunoda –un choque que ni el VAR pudo descifrar– trajo el Safety Car a la pista. Ahí, Gasly aprovechó la volada y se puso sexto, mientras que Doohan llegó a estar noveno, ilusionando a más de uno con un batacazo.
Pero la alegría duró menos que un gol de Messi en offside. Doohan, con gomas duras, fue superado por cuanto auto pasó a su lado, como si llevara un Fiat 600 en una carrera de Fórmula 1. Para colmo, una penalización de 5 segundos por exceder los límites de pista lo mandó al fondo de la tabla. Gasly, por su parte, aguantó como pudo hasta el final, aunque Verstappen lo pasó como si fuera un poste en la última parte de la carrera. Con el séptimo puesto, Gasly escaló al 11° lugar en el Campeonato de Pilotos, mientras que Alpine sigue en la cola del Campeonato de Constructores, compartiendo el último puesto con Kick Sauber –una dupla que promete dar pelea… por no descender.
Colapinto, el cerebro detrás del simulador
Mientras sus compañeros sudaban la gota gorda en la pista, Franco Colapinto laburaba a full desde el simulador en Enstone. El piloto argentino metió más de cinco horas de trabajo, aportando datos y analizando estrategias como si fuera el mismísimo Bilardo. Su tarea, fundamental para el equipo, demuestra que en la Fórmula 1 no solo se corre, sino que también se piensa. Y Colapinto, al parecer, piensa y mucho.
¿Será este el comienzo de la remontada para Alpine?
Con los primeros puntos en el bolsillo y el talento de Colapinto en el simulador, Alpine espera dar vuelta la página y empezar a pelear por posiciones más dignas. ¿Lo lograrán? Solo el tiempo lo dirá. Por ahora, la incógnita queda flotando en el aire como un centro de Ortega que no sabe dónde va a caer.
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