En La Plata, Gimnasia recibió a Estudiantes con un show digno de la final del Mundial: banderas, humo y fuegos artificiales que duraron ¡hasta los 9 minutos del primer tiempo! Mientras tanto, en el partido, el Pata Castro metió un golazo de antología para el 1 a 0 del Lobo.
El Bosque se vistió de fiesta (y pirotecnia)
La tarde del domingo en La Plata se vivió un clásico con todos los condimentos. Gimnasia, haciendo honor a su apodo de «Lobo», salió a la cancha con un recibimiento que hubiera envidiado hasta el campeón del mundo. Banderas gigantes, humo azul y blanco que cubría todo el estadio… el Juan Carmelo Zerillo era una caldera. Pero la frutilla del postre (o mejor dicho, la bomba de estruendo del postre) fueron los fuegos artificiales. Y no hablamos de cualquier cosa, eh… ¡duraron hasta los 9 minutos del primer tiempo! Una locura que seguro dará que hablar (y mucho) en los próximos días. ¿Habrá multa para el Lobo? ¿Se quejará el Pincha? El debate está abierto.

El Pata Castro, con la zurda mágica
En medio del show pirotécnico (literalmente), Gimnasia y Estudiantes intentaban jugar al fútbol. Y fue el Lobo el que pegó primero. A los 34 minutos del primer tiempo, Alejandro Piedrahita se mandó una jugada maradoniana (ojo, no exageramos), eludió a tres rivales como si fueran conos y asistió a Lucas Castro. El «Pata», con una definición exquisita, la picó por arriba del arquero pincharrata, Matías Mansilla. Un defensor la sacó en la línea, pero le quedó de nuevo al Pata, que la empalmó de volea para el 1 a 0. Un golazo que se gritó con el alma en el Bosque y que hizo callar (momentáneamente) los fuegos artificiales.
Lucas Castro abrió el marcador para Gimnasia ante Estudiantes
¿Fiesta o falta de respeto?
Con este recibimiento, Gimnasia le puso color y calor (mucho calor) al clásico platense. Algunos dirán que fue una fiesta inolvidable, otros que se pasó de la raya. Lo cierto es que la pirotecnia durante tanto tiempo es, por lo menos, discutible. ¿Qué dirá la AFA? ¿Aplaudirá el folklore o sancionará al Lobo? Habrá que esperar… Mientras tanto, el debate en las redes ya está que arde. Y como diría el Bambino Veira: «Esto es fútbol, señores, pasión de multitudes».