Riestra le dio un cachetazo a Vélez en Liniers en el debut de los mellizos Barros Schelotto. Ganó 1 a 0 con gol de Jonathan Herrera y dejó al Fortín en una situación más complicada que el pase de Riquelme a Tigre.
El Fortín arrancó con el pie izquierdo en la era de los mellizos
En Liniers, Vélez Sarsfield recibió un duro golpe de realidad en el debut de Guillermo y Gustavo Barros Schelotto como técnicos. Deportivo Riestra, con un planteo inteligente y efectivo, se llevó una victoria por 1 a 0 que dejó mudo al José Amalfitani. Un resultado que, parafraseando al Bambino Veira, fue más sorpresivo que encontrar un billete de 500 en la calle.
Herrera, el verdugo del Fortín
El único gol del partido llegó a los 8 minutos del primer tiempo, tras una jugada que Riestra elaboró como si fuera el Barcelona de Guardiola: lateral rápido, centro preciso de Antony Alonso y cabezazo letal de Jonathan Herrera. El delantero, con la precisión de un cirujano, colocó la pelota lejos del alcance de Marchiori, que voló como paloma herida pero no pudo evitar la caída de su valla. Vélez, pese a tener más la pelota –como el Cholo Simeone pidiendo tiempo–, no logró generar peligro real en el arco rival. Tuvo un tiro en el travesaño de Romero a los 6 minutos, una jugada que fue un espejismo en el desierto de ideas que mostró el equipo local.
Amarillas y poco fútbol
El partido se fue llenando de amarillas y pierna fuerte, más que de buen juego. El árbitro Leandro Rey Hilfer repartió tarjetas como si fueran volantes de supermercado. Riestra, con la ventaja a su favor, se dedicó a cuidar el resultado con la garra de un equipo que pelea el descenso, mientras que Vélez, con la desesperación de un hincha esperando el colectivo un domingo a la noche, intentó sin éxito encontrar el empate. El resultado final dejó a Vélez en una situación incómoda, con más dudas que certezas en este nuevo ciclo. Riestra, por su parte, festejó como si hubiera ganado la Champions League, un triunfo que vale oro en su lucha por la permanencia.
