El Gobierno argentino desistió de adquirir los derechos de transmisión del Mundial 2026, decisión que marca un quiebre histórico: será la primera vez en 50 años que el Estado no transmitirá la máxima cita del fútbol. La inversión requerida rondaba entre 7 y 8 millones de dólares.
La medida fue confirmada a través de la intervención de los medios públicos, encabezada por Carlos Curci González, ex vocero de La Rural. La decisión replica lo sucedido con la Copa América 2024, cuyos derechos quedaron en manos de Telefé y Torneos, sin participación de la TV Pública.
Un negocio millonario
El antecedente más inmediato demuestra que los derechos mundialistas representan un negocio rentable. En Qatar 2022, la TV Pública había obtenido una ganancia de casi 2 millones de dólares gracias a la venta de publicidad en las transmisiones. Sin embargo, en esta ocasión, la cadena estatal renunció a participar de la puja.
Con Argentina como campeón defensor y Lionel Messi aún en la Selección, los derechos del Mundial 2026 se perfilan como el producto televisivo más atractivo del año, tanto para los anunciantes como para las audiencias. “El Mundial siempre fue negocio para el canal”, reconoció un ex funcionario de la TV Pública. “Había irregularidades, pero también dejaba plata”, agregó.
Temores y parálisis en los medios públicos
Según trascendió, la actual gestión teme asumir compromisos contractuales que puedan derivar en responsabilidades legales. “Nadie quiere firmar nada. El director anterior renunció para no quedar involucrado en un escándalo administrativo”, señalaron fuentes vinculadas a la emisora.
La situación refleja un clima de incertidumbre institucional en los medios públicos, donde se multiplican las versiones sobre irregularidades en áreas vinculadas a contratos de contenidos.
Televisión fragmentada y bronca popular
El recuerdo de la Copa América 2024 todavía resuena: la ausencia de la TV Pública generó malestar social, sobre todo porque Telefé —canal que obtuvo los derechos— llega a solo nueve provincias del país. Pese a los reclamos, la emisora privada se negó a compartir la transmisión.
¿Una chance de último minuto?
Aunque el Gobierno anunció su retiro de la puja, todavía cuenta con plazo hasta diciembre para presentar una oferta por los derechos del Mundial 2026. Si decide no hacerlo, la transmisión quedará en manos exclusivas del sector privado, marcando el final de una tradición de medio siglo en la TV Pública.
Por primera vez en 50 años, el Estado argentino decidió no adquirir los derechos de transmisión del Mundial 2026, cuyo costo ronda entre 7 y 8 millones de dólares. La medida, tomada por la intervención de los medios públicos, abre la puerta a que cadenas privadas concentren la transmisión de uno de los eventos deportivos más lucrativos del planeta.
Resumen generado automáticamente por inteligencia artificial
Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
El Gobierno argentino desistió de adquirir los derechos de transmisión del Mundial 2026, decisión que marca un quiebre histórico: será la primera vez en 50 años que el Estado no transmitirá la máxima cita del fútbol. La inversión requerida rondaba entre 7 y 8 millones de dólares.
La medida fue confirmada a través de la intervención de los medios públicos, encabezada por Carlos Curci González, ex vocero de La Rural. La decisión replica lo sucedido con la Copa América 2024, cuyos derechos quedaron en manos de Telefé y Torneos, sin participación de la TV Pública.
Un negocio millonario
El antecedente más inmediato demuestra que los derechos mundialistas representan un negocio rentable. En Qatar 2022, la TV Pública había obtenido una ganancia de casi 2 millones de dólares gracias a la venta de publicidad en las transmisiones. Sin embargo, en esta ocasión, la cadena estatal renunció a participar de la puja.
Con Argentina como campeón defensor y Lionel Messi aún en la Selección, los derechos del Mundial 2026 se perfilan como el producto televisivo más atractivo del año, tanto para los anunciantes como para las audiencias. “El Mundial siempre fue negocio para el canal”, reconoció un ex funcionario de la TV Pública. “Había irregularidades, pero también dejaba plata”, agregó.
Temores y parálisis en los medios públicos
Según trascendió, la actual gestión teme asumir compromisos contractuales que puedan derivar en responsabilidades legales. “Nadie quiere firmar nada. El director anterior renunció para no quedar involucrado en un escándalo administrativo”, señalaron fuentes vinculadas a la emisora.
La situación refleja un clima de incertidumbre institucional en los medios públicos, donde se multiplican las versiones sobre irregularidades en áreas vinculadas a contratos de contenidos.
Televisión fragmentada y bronca popular
El recuerdo de la Copa América 2024 todavía resuena: la ausencia de la TV Pública generó malestar social, sobre todo porque Telefé —canal que obtuvo los derechos— llega a solo nueve provincias del país. Pese a los reclamos, la emisora privada se negó a compartir la transmisión.
¿Una chance de último minuto?
Aunque el Gobierno anunció su retiro de la puja, todavía cuenta con plazo hasta diciembre para presentar una oferta por los derechos del Mundial 2026. Si decide no hacerlo, la transmisión quedará en manos exclusivas del sector privado, marcando el final de una tradición de medio siglo en la TV Pública.