Huracán: Condenado el líder de la barra, ¿quién manda ahora en el Ducó?

Redacción Cuyo News
4 min
Cortito y conciso:

Claudio De Respinis, alias el Cone, capo de la barra de Huracán, fue condenado a tres años en suspenso por portación de armas y no podrá pisar la cancha por un buen rato. ¿Se le acaba el reinado en el Ducó o seguirá moviendo los hilos desde afuera como si fuera el Bilardo del tablón?

Claudio De Respinis
El Cone, lejos del paravalancha.

Se terminó la joda para el Cone: tres años en suspenso y afuera del Ducó

Cayó el invicto del Cone De Respinis, el mandamás de la barra brava de Huracán. Tras un juicio abreviado, el juez Alejandro Villanueva le dio tres años de prisión en suspenso por tener un fierro sin papeles y abusar de él. Si bien el fallo no le prohíbe ir a la cancha expresamente, con el derecho de admisión que le aplicó Tribuna Segura por 48 meses, más esta condena, parece que al Ducó lo va a ver por TV. ¿Será como el Bambino Veira con la Selección en el ’98, dirigiendo desde afuera?

¿Barra a control remoto?

Por primera vez en más de 25 años, el Cone, dueño y señor del paravalancha quemero, queda afuera de su feudo. Habrá que ver si la interna de la barra, que está más picante que un asado de Mostaza Merlo, se recalienta o si el Cone, como un Riquelme en sus últimos años, seguirá manejando todo desde afuera con su hermano, el Narigón Pablo, como su ladero en la popular. Al menos, zafó de la cana porque la pena le permite seguir libre.

De la tentativa de homicidio al fierro sin papeles

La fiscal Celsa Ramírez quería ir por la yugular del Cone, acusándolo de intento de homicidio, pero la cosa se complicó y se llegó a este acuerdo. «A veces lo posible es mejor que lo ideal», declaró Ramírez a TyC Sports. Y agregó que la investigación sigue para identificar a los otros barras involucrados en los quilombos recientes. O sea, que esto puede ser solo el primer round.

Así fue el feroz tiroteo entre barras de Huracán

Un clásico con gusto a pólvora

Todo este lío viene de la interna de la barra, que ya lleva un año a puro fierro y botellazo. La facción del Cone, la José C. Paz, venía ganando todos los rounds. Pero este año, la cosa se puso heavy, con una batahola en el clásico contra San Lorenzo que dejó al Cone bastante machucado. Ahí nomás, su gente armó la bronca para la gran final en Amancio Alcorta, pero la yuta llegó antes y les aplicó el derecho de admisión a los rivales. Los capos de la otra banda, Cristian Gualco y Eric Suárez, con bronca y derecho de admisión, fueron a buscar al Cone a su casa en Nueva Pompeya. Ahí volaron las Molotov y los tiros como en una película de Travolta.

La policía, con la puntería de Eber Ludueña, no encontró ni las armas ni las vainas. Solo quedaron los agujeros en el auto de Gualco y en la casa del Cone. Él no quiso hacer la denuncia, pero Gualco sí, y ahí arrancó la investigación de la fiscal Ramírez. Al otro día, allanaron la casa del Cone, encontraron un arma trucha y lo metieron en cana. Era el 10 de marzo y el Cone pensaba que en dos días estaba afuera, como siempre. Pero esta vez, el juez Villanueva le dio la preventiva y la cosa se puso seria.

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