Independiente le ganó a San Lorenzo 2 a 1 en el Bajo Flores y se prendió en la lucha por el campeonato. Si bien el equipo de Vaccari no brilló, la entrega y el oportunismo de Millán y Loyola le dieron la victoria. ¿Será candidato el Rojo?
Independiente ganó en el Bajo Flores y se viste de candidato
La tarde en el Nuevo Gasómetro no fue para el recuerdo en cuanto a buen juego, ni del Ciclón ni del Rojo. Pero para Independiente, el triunfo 2 a 1 sobre San Lorenzo tuvo sabor a esos bifes de chorizo que te dejan piponazo. Un partido trabado, luchado, con más pierna fuerte que fútbol champagne, pero que al final le dio tres puntos clave al equipo de Julio Vaccari para subirse a la punta del campeonato.

El Rojo, con la garra de un Rottweiler y la pegada de Riquelme
Si bien el segundo tiempo Independiente lo jugó con el cuchillo entre los dientes, casi como si fuera el descenso y no la punta del campeonato, el equipo demostró que aprendió a no arrugar. Con las herramientas que tiene, intenta ganar siempre, incluso de visitante y ante un rival que venía embalado como el Cuervo de Insúa.
Lautaro Millán, con un golazo de media distancia que hubiera envidiado hasta el propio Román, y Felipe Loyola, siempre con el olfato goleador de un Palermo en el área, le dieron la victoria al Rey de Copas. Loyola, «el chileno», como lo apodan en Avellaneda, se está convirtiendo en uno de esos jugadores que no se pueden ir del club sin una vuelta olímpica. Un jugador con la mística de un Bochini, con menos magia, claro, pero con el corazón del Bocha.
El golazo de Millán para Independiente ante San Lorenzo
El gol de Loyola para Independiente vs. San Lorenzo
Y ni hablar de Luciano Cabral, que entró del banco y la rompió toda. Con lujos como una rabona para habilitar a un compañero, a lo Aimar en sus mejores épocas, ayudó a Independiente a salir de la presión de San Lorenzo y terminar con el partido en el bolsillo. Casi mete el tercero, pero el VAR, ese enemigo silencioso del fútbol argentino, le dijo que no a lo que parecía un gol legítimo. Una jugada que hasta el propio Eber Ludueña hubiese cobrado.
¿Candidato o humo? La pregunta que divide Avellaneda
Vaccari, con la picardía de un Bilardo, le tiró la presión a Boca, aunque sabe que este triunfo ante San Lorenzo, de cara al clásico de Avellaneda, lo deja parado en otro lugar. Independiente todavía no juega como el Barcelona de Guardiola, pero la actitud y los resultados lo están poniendo en la conversación grande. Habrá que ver si este envión anímico le alcanza para pelear el campeonato hasta el final, o si termina siendo un espejismo como el oasis en el desierto.