Tras el clásico, Huracán gastó a Romagnoli en redes y su esposa, Celeste Redondo, salió a bancar al Pipi con un palazo para el Globo. El club de Parque Patricios redobló la apuesta con chicanas por la pantalla del Gasómetro y la mudanza de Boedo.
Huracán vs. San Lorenzo: la gastada post-clásico que terminó en escándalo familiar
El clásico entre San Lorenzo y Huracán dejó un resultado deportivo, pero también una batalla campal en redes sociales. Tras la victoria del Globo, el club aprovechó para chicanear a Leandro «Pipi» Romagnoli, ídolo del Ciclón, con un meme que hacía referencia al supuesto fanatismo del exjugador por Huracán en su juventud.
A pesar de que Romagnoli ha desmentido en varias ocasiones esta versión – casi con la misma vehemencia con la que niega haber jugado mal algún partido –, el Community Manager del Globo, con una picardía digna de Mostaza Merlo en sus épocas de DT, tiró la bomba: «El Pipi hoy…». La respuesta de los hinchas de San Lorenzo fue inmediata, defendiendo a su ídolo a capa y espada. ¿Acaso se olvidaron del Pipi campeón de América? ¡Un poco de respeto!
Celeste Redondo: la respuesta que dejó al Globo sin aire
Pero la respuesta que más resonó fue la de Celeste Redondo, esposa de Romagnoli. Con una foto de la despedida del Pipi en el Nuevo Gasómetro y el hashtag #soltar (¿un mensaje para el CM de Huracán? Mmm…), Redondo sentenció: “Por sus venas corre sangre azulgrana”. Un tiro libre al ángulo para el orgullo Quemero.
Como si fuera poco, Huracán siguió con las chicanas. Usó la frase «Son decisiones», inmortalizada por Miguel Ángel Russo, junto a una foto de Rodrigo Cabral – el verdugo del clásico – para burlarse de la estrategia de Kudelka. Además, apuntaron contra la ubicación de la pantalla LED en el Gasómetro con un picante: «Se la pusimos de costado…». Y para el final, un golpe bajo que resonó en Boedo: «Ojalá que los míos nunca se muden», haciendo referencia a la canción de Bad Bunny y al traslado forzoso de San Lorenzo de su estadio original.
El clásico terminó, pero la polémica recién empieza. ¿Fue demasiado lejos Huracán con sus gastadas? ¿O es simplemente folklore futbolero? La pelota, ahora, está en la cancha de la opinión pública.
