Gio Lo Celso, figura del Betis y la Selección, se desgarró el sóleo derecho y es duda para los duelos contra Uruguay y Brasil por Eliminatorias. El comunicado del club español habla de una lesión de grado medio, dejando su participación en manos de la evolución y, por supuesto, de la decisión de Scaloni.
Lo Celso, entre algodones: ¿Llega a la doble fecha de Eliminatorias?
El volante del Betis, Giovani Lo Celso, se lesionó el sóleo derecho y su presencia en la próxima doble fecha de Eliminatorias Sudamericanas pende de un hilo. ¿Se imaginan a la Scaloneta sin el motorcito que maneja los tiempos como si fuera el mismísimo Fernando Redondo en sus épocas mozas? Difícil, ¿no?
El parte médico del club verdiblanco confirmó la mala noticia: desgarro de grado medio en el tercio medio del sóleo de la pierna derecha. O sea, para que lo entienda hasta el Bambino Veira, una lesión muscular que lo deja al borde del abismo de cara a los choques contra Uruguay y Brasil. Una situación que nos recuerda a la eterna duda de si Riquelme estaba para jugar o no, pero con menos poesía y más resonancia magnética.
El comunicado del Betis, tan claro como el agua turbia del Riachuelo
El comunicado oficial del Betis fue corto y al pie: "Las pruebas realizadas a Giovani Lo Celso en la tarde-noche de ayer han confirmado que el internacional argentino sufre una lesión de grado medio en el tercio medio del sóleo de su pierna derecha. Su reincorporación al equipo dependerá de su evolución." Traduciendo al criollo: Lo Celso está roto, veremos cuándo vuelve si es que vuelve.
Scaloni, con un problema del tamaño del Maracaná
Ahora, la pelota la tiene Lionel Scaloni. ¿Se la juega por Lo Celso aunque llegue con lo justo, como si fuera un penal en el último minuto de la final del mundo? ¿O prefiere apostar por alguien que esté al 100%, tipo el Cuchu Cambiasso en sus mejores tiempos, y evitar riesgos?
La Selección visita a Uruguay el 21 de marzo y recibe a Brasil el 25. Dos partidos bravos, como para ir con el equipo diezmado. Si Lo Celso no llega, Scaloni tendrá que pensar en un Plan B, y recemos para que no se le ocurra poner a jugar de 5 a un delantero, como hacía Ramón Díaz en River.
