El Rojo, después de una derrota amarga en la altura de Potosí, quedó varado en Sucre por una niebla digna de película de terror. Un avión con desperfectos técnicos y una espera con sabor a medialunas frías completaron la odisea del Diablo.
La neblina le puso suspenso a la vuelta del Rojo
El plantel de Independiente, tras la derrota 2-0 contra Nacional de Potosí por la Copa Sudamericana, vivió una aventura extra: quedaron varados en el aeropuerto de Sucre por una niebla que ni el Mago Capria podría haber despejado.
Después de un viaje en camionetas 4×4 que seguro les recordó a la travesía del Dakar, los jugadores llegaron al aeropuerto con la ilusión de volver a casa. Pero se encontraron con una niebla que parecía salida de un cuento de terror, dejando en tierra cualquier intento de despegue. Para colmo, el chárter que venía de Cochabamba para rescatarlos llegó con un desperfecto técnico, un clásico del fútbol argentino. La situación era tan tragicómica que hasta el Kun Agüero se hubiera reído.
Mientras esperaban, el personal del aeropuerto boliviano, con una onda que ni el Pity Martínez en el Monumental, les abrió un local para que pudieran comer algo más que la vianda post-partido y les habilitó dos salas para que la espera fuera más cómoda. Imaginamos a los jugadores debatiendo si la niebla era más densa que la defensa del Rojo en el segundo tiempo.
Un partido para el olvido en la altura
La altura y la lluvia, una dupla imbatible
El debut del Rojo en la Sudamericana fue como jugar un partido en modo leyenda: dificultad extrema. A los 4090 metros de altura de Potosí se le sumó una lluvia torrencial que bajó la temperatura y convirtió la cancha en un patíbulo. El Rey Pelé hubiera pedido cambio a los 10 minutos. Independiente, que en el primer tiempo jugó mejor que su rival, como si fuera el Barcelona de Guardiola, se fue desinflando con el correr de los minutos. Nacional, acostumbrado a la altura como Messi a gambetear rivales, aprovechó la situación y se llevó la victoria.
Gabriel Ávalos, goleador del Rojo en lo que va del año, lo resumió como un esfuerzo a lo Rocky Balboa: "Si bien hemos hecho un esfuerzo extremo, costó muchísimo. (…) El equipo lo sintió." y agregó "Terminamos bastante desgastados. Es un clima bastante complicado con lo que es la altura, justo llovió, el frío… Se sumaron varias cosas."
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