Orlando Gill, el arquero paraguayo de 24 años, irrumpió en San Lorenzo generando tanto asombro como debate por su peculiar llegada. Ahora, con tapadas espectaculares y récords bajo el brazo, se anima a comparaciones con Chilavert y hasta sueña con patear tiros libres.

Seamos sinceros, cuando llegó a San Lorenzo, más de uno arqueó la ceja. Orlando Gill, el arquero paraguayo de casi dos metros, aterrizó en Boedo con más dudas que certezas. ¿Un tapado más para sumar al plantel? Pero el fútbol, como la vida, siempre te da revancha.
Y vaya si la aprovechó. Con reflejos felinos (aunque a veces medio desgarbados, hay que decirlo), Gill se convirtió en la nueva muralla del Ciclón, dejando su arco invicto en sus primeros cuatro partidos de la liga local. Un récord que ni el mismísimo José Luis Chilavert había logrado. ¡Sacá cuentas, Chila!
## ¿El nuevo Chilavert?
Claro, las comparaciones con el legendario arquero guaraní no tardaron en llegar. Y no solo por la nacionalidad. Resulta que Gill también le pega a la redonda con precisión quirúrgica. «Me habían comentado lo de Chilavert. Yo pateo también, en Paraguay tengo cuatro goles. Soy más de patear fuerte, colocado pero fuerte. Al final del entrenamiento me quedo a patear y suelo convertir», confesó el propio Gill. ¿Lo veremos pronto ejecutando tiros libres en el Nuevo Gasómetro? Los hinchas ya se frotan las manos.
El golazo de tiro libre de Orlando Gill para Sportivo San Lorenzo de Paraguay
## De la segunda división paraguaya a figura en Boedo
Pero ojo, no todo fue color de rosa en la llegada de Gill. Su pase generó suspicacias. Proveniente del Sportivo San Lorenzo, de la segunda división paraguaya, su nombre no sonaba en las quinielas de refuerzos estelares. Ah, y para sumar más folclore, llegó de la mano del mismo representante que Maximiliano Zelaya, defensor que aún no sumó minutos oficiales en el Ciclón. ¡Cosas veredes, Sancho!
Sin embargo, como dice el dicho, «el que ríe último, ríe mejor». Gill se puso el overol, aprovechó la lesión de Facundo Altamirano y se ganó la confianza de Miguel Ángel Russo. Hoy, es una pieza clave en el equipo.
### El ojo clínico del scouting
¿El secreto de este ascenso meteórico? Mario Jara, entrenador que lo dirigió en Paraguay y actual ojeador de San Lorenzo. «Siempre tuvo condiciones, pero era joven y le llevaban arqueros de experiencia», cuenta Jara, reivindicando su apuesta por el gigante guaraní.
Orlando Gill: «Siempre soñé con defender el arco de San Lorenzo»
La brillante actuación de Orlando Gill en el debut de San Lorenzo en el Torneo Apertura 2024
Y ahora, ¿qué sigue para Orlando Gill? Con Gustavo Alfaro, el técnico de Paraguay, tirándole flores («Es un chico que ha mostrado mucha capacidad, solidez y madurez para manejar un arco difícil»), el sueño de volver a la selección está más vivo que nunca.
Así que ya sabés, la próxima vez que veas a ese gigante bajo los tres palos, acordate de esta historia. Porque en el fútbol, como en la vida, a veces los tapados terminan siendo las grandes figuras. Y Gill, con sus atajadas y su carisma, tiene todo para convertirse en un nuevo ídolo del Ciclón. ¿Vos qué decís, eh? ¿Será el nuevo Chilavert o un Eber Ludueña con guantes? ¡Dejá tu comentario!