Mesut Özil, campeón del mundo con Alemania en 2014, ahora reparte comida en Turquía como parte del partido gobernante en medio de una fuerte crisis. ¿Jugada política o gesto solidario? El debate está abierto.
De campeón del mundo a repartidor de polenta: Özil en el ojo de la tormenta
El ex-mediocampista crack, Mesut Özil, campeón del mundo con Alemania en Brasil 2014 (sí, el mismo que nos dejó afuera en cuartos con un gol de Klose en offside… ejem), ahora se dedica a la política en Turquía. Y no, no está haciendo jueguitos en el Parlamento, sino que se lo vio repartiendo alimentos en medio de una crisis que tiene al país hecho un quilombo.
Özil, con sus 36 pirulos y después de colgar los botines, se metió de lleno en el Comité Ejecutivo del partido Justicia y Desarrollo (AKP), ladero del presidente Recep Tayyip Erdogan. Y como si fuera poco, se convirtió en una de las caras visibles del gobierno en medio del bardo económico y social que está viviendo Turquía.
Mesut Özil y su nuevo rol como político en Turquía
Turquía: un país con más problemas que el Kun Agüero en un picado
La situación en Turquía es complicada, para decirlo de alguna manera. La pobreza está al 33%, Erdogan lleva 22 años en el poder y encima hay rumores de una reforma constitucional para que se quede a vivir en el sillón presidencial. Un verdadero papelón, como diría Mostaza Merlo.
¿Oposición? Parece que Erdogan juega con ventaja
Para colmo, en marzo detuvieron al alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, una figura importante de la oposición, acusándolo de terrorismo y otras yerbas. ¿Casualidad? Muchos creen que es una movida para despejarle el camino a Erdogan para las elecciones de 2028. Algo así como cuando Bilardo le hacía la cama a un rival… pero a nivel político.
Y como frutilla del postre, Erdogan ahora se la agarró con Israel y banca a Hamas. ¿Se imaginan a Grondona metiéndose en un conflicto internacional? Bueno, algo así. La cosa está que arde, y Özil, en el medio del quilombo, repartiendo comida como si fuera el mismísimo Padre Grassi….pero sin las otras acusaciones. Habrá que ver si esta movida le suma o le resta al gobierno. El debate, como el asado de los domingos, está servido.
