Carlos Palacios, volante de Boca, se fue de incógnito a ver a Colo-Colo, su ex club, a la popular. Usó un pasamontañas, pero igual lo pescaron las cámaras. ¿Se le escapó la tortuga o puro amor por el Cacique?
¿Palacios es de Boca o de Colo-Colo? La Joya se disfrazó para alentar al Cacique
El chileno Carlos Palacios, jugador de Boca, aprovechó el finde libre que le dio Gago después del triunfo contra Central Córdoba (3-0) para pegarse un vuelito a Chile. ¿Para qué? Para ir a ver a su querido Colo-Colo contra Everton, nada menos que en la popular con la Garra Blanca.

Palacios se puso un pasamontañas, onda ninja, para que no lo reconocieran. Pero claro, como si el Kun Agüero pudiera pasar desapercibido en un picado de barrio… a la Joya lo escracharon las cámaras y los hinchas lo mandaron al frente en las redes. Un papelón como el de Higuaín errando el penal en la final del Mundial.
El corazón tira: Palacios, hincha de Boca y con pasado glorioso en el Cacique.
Si bien Palacios es bostero desde chiquito, en Colo-Colo la rompió toda. Jugó 77 partidos, metió 26 goles (casi un Palermo en potencia), dio 16 asistencias (un Riquelme con menos magia) y ganó un par de títulos: el torneo local y la Supercopa en 2024, y la Copa Chile en 2023. Boca, después de varios intentos fallidos, lo compró a principios de este año por 4.8 millones de dólares, la cláusula de salida. Una cifra que, viendo su rendimiento actual, hasta Eber Ludueña hubiera negociado mejor.
Palacios se camufló con la barra de Colo-Colo en el partido ante Everton
Después de su aventura chilena, Palacios ya volvió a entrenar con Boca pensando en el partido contra Defensa y Justicia. ¿Lo bancará la hinchada xeneize o le cantarán «Palacios, botón, sos de la contra vos»?