Boca quedó afuera de la Libertadores en un papelón histórico y Gago es el principal señalado. Riquelme y el Consejo de Fútbol también son responsables por el desprolijo manejo del equipo. Los jugadores, con algunas excepciones como el «Equi» Delgado, no estuvieron a la altura.
¿Se fue a la B o a Perú? Boca y una eliminación histórica que pide explicaciones
Boca se comió la peor derrota de su historia en la Libertadores, una eliminación para el olvido que dejó al club en llamas y con más preguntas que respuestas. ¿A quién se le echa la culpa? Parece que Gago, con un planteo más confuso que laberinto de Borges, se lleva la mayor parte del fardo. En 22 partidos, hizo jugar al equipo peor que con Bianchi en su peor momento. Ni el mejor mercado de pases lo salvó. Para encontrar un Boca tan desorientado, hay que remontarse al 2010 con Borghi, y eso ya es decir bastante. Lo más picante: Gago ni siquiera puso la renuncia a disposición, un gesto que, como diría Mostaza Merlo, «conmueve pero no convence».
Riquelme y el Consejo, en la mira
Pero Gago no es el único apuntado. Riquelme y su Consejo de Fútbol, con más internas que un reality show, también tienen su cuota de responsabilidad. El 2024 fue un bochorno dirigencial, con un mercado de pases que gastó 18.1 millones de dólares para traer suplentes que parecen salidos de un torneo de barrio. Trajeron a cinco jugadores para el banco: Martegani, Aguirre, Belmonte, Medel y Miramón, más Barinaga y Milton Giménez. Un rejunte de nombres que no le hacen sombra ni a la reserva del Real Madrid.
Jugadores: algunos se salvaron, otros…
Y los jugadores, claro, también tienen lo suyo. En Perú, se les vio la hilacha y en la Bombonera, por momentos, les pesó la camiseta más que mochila de cemento. Rojo perdió la marca en el gol de Barcos con una facilidad que asusta, Cavani erró un gol que hasta mi abuela hacía y el mediocampo, en lugar de manejar la pelota, parecía jugar al metegol a ciegas. El «Equi» Delgado, otra vez, fue el que puso un poco de orden. Pero el resto… mejor ni hablar. Después del gol, cuando la Bombonera explotaba, se pusieron a discutir entre ellos, desperdiciando la poca energía que les quedaba. ¿Tantos caudillos y tan poca cabeza?
El compacto de Boca vs Alianza Lima por la Copa Libertadores
¿Y ahora?
Marchesín, con una atajada que nos hizo acordar al Goyco del 90, al menos intentó salvar la ropa. Propuso el cambio de arquero para los penales, pensando que Brey podía ser la solución. Raro, ¿no? Pero bueno, el tipo habrá tenido sus motivos. Lo que sí es inexplicable es la elección de Velasco para patear el quinto penal. Con menos puntería que arquero de handball, era la peor opción posible. Otro error para la colección de Gago, que parece vivir el fútbol como si fuese un velorio. «En el fútbol generalmente se pierde, es una cuestión lógica», dijo después del partido. Una frase digna del Bambino Veira en sus mejores tiempos.
Boca tiene con qué pelear el Apertura y el Mundial de Clubes. Pero necesita un cambio urgente, un volantazo que lo saque de este pozo. Si Gago sigue al mando el viernes contra Central, Riquelme será el responsable de lo que pase. Porque a este ritmo, ni los seis meses le duran los técnicos en Boca. Y de competir, mejor ni hablar.