River, con más bajas que un submarino, recurre a pibes de la Reserva para completar el plantel ante Atlético Tucumán. La expulsión de Enzo Pérez y las lesiones lo dejaron con menos jugadores que un equipo de fútbol 5.
Gallardo, entre la espada y la pared: las bajas obligan a recurrir a la Reserva
El Muñeco, con una situación que recuerda a la selección argentina en el Mundial 78 cuando Menotti tuvo que improvisar con juveniles, se ve obligado a mirar hacia las inferiores ante la seguidilla de bajas que azotan al Millonario. La derrota en la Supercopa Internacional ante Talleres parece haber dejado más secuelas que un partido de rugby.
La expulsión de Enzo Pérez ante Estudiantes, que algunos comparan con la patada de kung-fu de De Jong a Xabi Alonso en el Mundial 2010, sumada a las lesiones de Lucas Martínez Quarta, Sebastián Driussi y Matías Rojas en el partido contra Talleres (sí, otra vez Talleres…), dejaron al plantel más desarmado que el equipo de Eber Ludueña. Para colmo, Giuliano Galoppo sigue en la enfermería, recuperándose a un ritmo que ni el Correcaminos podría envidiar.
Juveniles al rescate: ¿la solución o un parche peor que el agujero?
Ante este panorama, Gallardo, cual mago sacando conejos de la galera, decidió convocar a dos juveniles que se entrenan en la Reserva: Giorgio Costantini, un volante central brasileño que promete más que el Jogo Bonito, y Santiago Lencina, un mediocampista ofensivo zurdo que ya tuvo su bautismo en Primera. A ellos se suman Ian Subiabre y Franco Mastantuono, otros dos pibes que intentarán demostrar que la edad es solo un número. Como si fuera poco, regresa a la convocatoria Federico Gattoni, un defensor que estaba más perdido que el DNI de Riquelme en la época de Bianchi.
La inclusión de estos juveniles genera debate entre los hinchas: ¿son la solución a los problemas del equipo o un parche temporal que podría empeorar las cosas? Habrá que ver si estos pibes pueden rendir a la altura de las circunstancias, o si terminan como el famoso «jugador número 12» que solo entra para perder tiempo. Lo cierto es que la situación de River invita a la polémica, y los hinchas, como siempre, estarán listos para opinar.
