¿River en crisis? El polémico penal que desató la furia.

Redacción Cuyo News
3 min
Cortito y conciso:

Polémica en River: ¿falta hambre de gloria? La cesión de un penal a Driussi por «confianza» desató el debate sobre la actitud del equipo. ¿Priorizan la autoayuda sobre los resultados?

¿Grupo de autoayuda o equipo de fútbol?

La polémica está servida en Núñez. Un penal cedido a Sebastián Driussi para que «recupere la confianza», en lugar de que lo pateara el especialista Gonzalo Montiel, encendió la mecha en el mundo River. ¿Se busca contener al jugador o ganar partidos? El debate sobre la mentalidad del equipo está abierto.

Jugadores de River con gesto de resignación
La resignación de los jugadores de River (@fotobairesarg).

River Plate, el club que supo ser sinónimo de garra y ambición, ¿se ha ablandado? La imagen de los jugadores cabizbajos, la declaración de Gallardo sobre su estado anímico y la decisión de ceder un penal clave a un jugador en baja forma, alimentan las dudas.

«Montiel pateó tal vez el penal más pesado del fútbol argentino, es un especialista, y River necesita goles como el agua», reza la crítica. La necesidad de resultados, de goles, de victorias, parece haber quedado en segundo plano frente a la «autoayuda».

El hambre de gloria, ¿un ingrediente que falta en el menú millonario?

Mientras en otros equipos, como Racing, jugadores como Maravilla Martínez y Javier Correa se «juegan la vida» en cada partido, en River, la sensación es diferente. «Si no hace goles en Racing, vuelve a Huachipato… ¿Y Sosa? Si le va mal, termina en Armenio», ironiza la crítica, comparando la realidad de otros clubes con la supuesta comodidad del plantel millonario.

La pregunta que flota en el aire es: ¿qué motiva a los jugadores de River? ¿Dónde quedó el hambre de gloria que caracterizó a tantos ídolos del club? La gloria ya alcanzada por algunos, la estabilidad económica, la tranquilidad que da jugar en un grande, ¿son factores que adormecen el espíritu competitivo?

La bronca de Montiel por el empate de River

¿Un llamado de atención para el Muñeco?

La situación plantea un interrogante para Marcelo Gallardo: ¿debe priorizar la contención emocional del grupo o exigir el máximo rendimiento deportivo? La respuesta, seguramente, dividirá las aguas entre los hinchas de River. Lo cierto es que el debate sobre el hambre de gloria en el club de Núñez está instalado. «Nadie se juega la vida en River», sentencia la crítica, una frase que resonará fuerte en los oídos de jugadores, cuerpo técnico y fanáticos.

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