Doble pinchazo en el Monumental (de Núñez, bah, en Paraguay): Driussi y Martínez Quarta salieron lesionados en la final de la Supercopa Internacional. ¿Se le complica el panorama al Muñeco?
Paraguay nomás vio llover… ¡lesiones en River!
La final de la Supercopa Internacional entre River y Talleres en Paraguay dejó un sabor agridulce para el Millonario. Si bien el partido en sí fue más áspero que un asado con carbón de quebracho, la verdadera preocupación llegó por el lado de las lesiones. Sebastián Driussi y Lucas Martínez Quarta, dos piezas clave del equipo, tuvieron que abandonar la cancha por sendas molestias musculares.
¿Jugando al truco o qué? ¡Dos bajas por pinchazos!
A los 34 minutos del primer tiempo, Driussi, encarando por la derecha como si fuera el Kun Agüero en sus mejores épocas, sintió un pinchazo en el isquiotibial izquierdo que lo frenó en seco. Quedó tendido en el campo de juego como si lo hubiera agarrado la mismísima Llorona, y Facundo Colidio tuvo que entrar a la cancha para reemplazarlo. Gallardo, con cara de pocos amigos como si le hubieran cobrado un penal en contra en el minuto 90, abrazó a Driussi en el banco.
En el segundo tiempo, a los 20 minutos, fue el turno de Martínez Quarta. El defensor, que ya venía elongando más que un bailarín de tango, pidió el cambio con una expresión que decía más que mil palabras. Paulo Díaz, que había arrancado en el banco, entró en su lugar como bombero apagando un incendio.
Sufre, River: Driussi se lesionó en el primer tiempo ante Talleres
¿Y ahora, Muñe? El parte médico que nadie quiere.
Si se confirman las lesiones musculares, Driussi y Martínez Quarta se sumarían a Giuliano Galoppo en la lista de lesionados. Galoppo, recordemos, está con un problema en el sartorio que lo dejó afuera de la final. ¿Se le viene la noche al Muñeco con tantas bajas? Habrá que ver qué dicen los médicos y si estas lesiones son para preocuparse o solo un susto. Recordemos que River, con la salida de Enzo Fernández, ya tuvo que rearmar el mediocampo como si fuera un rompecabezas. Ahora, con estas posibles nuevas bajas, Gallardo tendrá que ponerse el traje de estratega y encontrar soluciones como si fuera el mismísimo McGyver. ¿Apostará a los pibes o recurrirá a la experiencia? El tiempo, como siempre, dirá.
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